No puede hacer falta en ninguna casa, allí en el cajón de la medicina siempre hay ibuprofeno, y es que este es uno de los 10 medicamentos más vendidos en España. Lo tomamos como si fuera caramelo, al mínimo asomo de jaqueca, malestar, molestia o cansancio abrimos el cajón y ‘bum’ sacamos la pastilla milagrosa.
Pero en realidad se trata de un medicamento y por ello deberíamos tener controlado su consumo. Y es que contrario a lo que creemos no sirve para todo. El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo poco eficaz a nivel neurológico, por lo que su capacidad de intervención en las migrañas o las jaquecas, el clásico dolor de cabeza, es limitada.
El consumo desmedido de este medicamento puede irritar el estómago y los intestinos. Además, puede reducir el flujo sanguíneo en las heridas y disminuye la capacidad de regenerar tejido.
No se debe mezclar con alcohol. Más allá de que combinarlos pueda modificar los efectos del medicamento, también puede afectar al estómago.
Si estás embarazada debes evitarlo. El consumo de ibuprofeno puede dañar al feto. Si se toma una de estas pastillas en las primeras semanas de la gestación aumenta considerablemente el riesgo de aborto espontáneo y en el tercer trimestre puede causar malformaciones cardíacas al feto.
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