Llegados a este punto del teletrabajo muchos de nosotros ya hemos sufrido una lumbalgia que otra. Pero contra el dolor de espalda y cervicales que ataca a los que pasan más de ocho horas al día tecleando existe un remedio eficaz: los estiramientos. Realizar estos ejercicios varias veces a lo largo de la jornada laboral puede hacer que las molestas contracturas y pinchazos puntuales desaparezcan para siempre.
Estiramientos de muñecas y dedos para el teletrabajo
Son las grandes olvidadas del teletrabajo, y eso que la mayoría de las mesas de trabajo improvisadas en casa no las tienen en cuenta, ¿o acaso puedes asegurar que tu puesto de teletrabajo casero tiene la ergonomía que necesitas para apoyar correctamente las muñecas? Pero no solo de teclear vienen todos los problemas de manos, muñecas y dedos, además, el uso del ratón durante horas también es una dura prueba para ellas.
Para estirar la musculatura de manos, muñecas y dedos (y ahorrarnos molestos calambres futuros y problemas en el túnel carpiano), junta las palmas de las manos de manera que los dedos queden apuntando hacia el techo. Después, eleva los codos dejando las palmas de las manos juntas y ejerciendo una ligera presión entre ellas. Mantén la postura unos segundos y después pasa a estirar los dedos de una mano cogiendolos con los de la otra y presionándolos suavemente hacia atrás. Repite este ejercicio varias veces a lo largo de la jornada laboral.
Estiramiento de hombros para el teletrabajo
Mantener la vista fija en una pantalla, especialmente si es de un portátil y no está a la altura adecuada, supone una gran acumulación de tensión en los hombros y las cervicales. Para descongestionarlos estíralos varias veces a lo largo de la jornada elevándolos hacia arriba mientras coges aire y bajándolos suavemente mientras lo sueltas. Repite este movimiento al menos tres veces, hasta que notes la zona relajada.
Estiramiento de espalda para el teletrabajo
Cada 50 minutos de trabajo intenta darle un respiro a tu columna y tu espalda haciendo algo tan sencillo como esto: separa la silla en la que estás sentada de la mesa de trabajo, inclínate hacia delante y deja caer el tronco hacia el suelo de manera que tus manos puedan tocar tus tobillos. Toma aire, incorpórate de nuevo y al expulsar el aire vuelve a descender. Repite tres veces para desbloquear y estirar tu columna.
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