Llegó el momento. Después de tomarse unas más que merecidas semanas de vacaciones, toca volver a la rutina y a recuperarse de los excesos que todos cometemos cuando descansamos. Y eso, por supuesto, pasa por retomar el ejercicio físico y la dieta sana que hemos dejado aparcados todos estos días. Y ojo, que nunca hay que sentirse culpable por ello.
Al contrario: tu cuerpo seguro que agradece este pequeño parón que sí, puede haberse traducido en volver a casa con un par de kilos de más. Nada teniendo en cuenta que, a cambio, vas a poder retomar tu rutina de ejercicio con unas energías renovadas que te harán superar cualquier objetivo que te propongas. ¿O acaso no has oído hablar nunca del concepto ‘memoria muscular’?
Además, ha llegado el momento de que dejemos de medir nuestro estado físico y salud solo en los kilos. Aunque durante décadas el índice IMC, basado en nuestro peso y nuestra estatura, es el que ha marcado si teníamos o no sobrepeso; la realidad es que esa cifra no es válida porque ignora otras variables como la masa muscular, el porcentaje de grasa corporal o el agua que retiene nuestro organismo. ¿O acaso tú dirías que un culturista está obeso? ¿O un corredor de maratón muy delgado? Porque si hacemos solo caso del índice de masa muscular, ambas afirmaciones serían correctas. Y no, es todo lo contrario.
Vamos, que si tu evolución física la controlas solo pesándote con una báscula tradicional es bastante posible que te sientas frustrado más de lo necesario. ¿Nuestro consejo? Que la jubiles y te hagas ya con una báscula inteligente como la que ya utilizan los nutricionistas y entrenadores deportivos aprovechando que, en los últimos años, han bajado bastante de precio. También que entiendas cómo funcionan y cómo interpretar los datos que recoge.
Y eso pasa por responder la primera gran pregunta que todos nos hacemos al usar una de esta básculas inteligentes. ¿Cómo es posible que solo con subirme a ella pueda medir, identificar y separar la cantidad de grasa que tengo acumulada, cuánto pesan mis músculos, cuánto mis huesos o el nivel de líquidos que retiene mi organismo? ¿Es magia? No: ciencia.
Si te has fijado, todas estas básculas tienen unas pequeñas superficies metálicas en las que debes apoyar tus pies descalzos. Solo así el dispositivo puede mandar una débil señal eléctrica a través de tu cuerpo que, aprovechando la conductividad del agua presente en el mismo y la resistencia de la grasa, permite identificar estos valores según el tiempo que tarda en atravesarte esta imperceptible corriente. Bioimpedancia le llaman. Así de sencillo.
Así que sí, en lo que respecta a medir, este es todo el misterio. Aunque la gran ventaja de las básculas inteligentes va mucho más allá, ya que además de pesarte, pueden conectarse a tu móvil a través de una aplicación que guardará los resultados cada vez que te subas a ellas y crear un gráfico para que puedas hacer un seguimiento de tu evolución en un solo un vistazo. Además permite crear varios perfiles, por lo que si no vives solo, basta con elegir antes qué usuario está utilizándola para que todo siga en orden y no haya equivocaciones.
¿Entonces, cuál me compro? Otra de las grandes preguntas, sobre todo ahora que se han popularizado y son muchas las marcas como HUAWEI las que han puesto en el mercado sus propios modelos.
Báscula inteligente Huawei, desde 32,69 €.
La buena noticia es que en lo que a estética se refiere todas son muy parecidas: superficie de cristal liso diseño extraplano para que puedas guardarla debajo de cualquier mueble. Lo que si cambia es la forma o el color: las hay blancas, azules, redondas, cuadradas… Esto ya es cuestión de gustos.
Aunque si tuviéramos que quedarnos solo con una, lo haríamos sin duda con esta de RENPHO que tiene, al loro, más de 178.000 reviews positivas en Amazon. Por no hablar de su precio: 25,49 euros. Con razón es la más vendida del momento.
Báscula inteligente Renpho, desde 25,49 €.
¿Y cuál es el secreto de este éxito? Para empezar, su sencillez de uso. Esta báscula inteligente de RENPHO es fácil de configurar y funciona incluso cuando no está sincronizada con el teléfono. Vamos, que esperará a que habrás la aplicación para guardar los datos de tu última medición de peso. Además es compatible con todas las aplicaciones de salud más famosas como Samsung Health, Apple Health, Fitbit, Google Fit y demás.
Otra de sus ventajas es que puede analizar hasta 13 variables distintas cada vez que te subes en ella: peso corporal, IMC, porcentaje de grasa corporal, porcentaje de agua, músculo esqueletal, peso corporal libre de grasa, masa muscular, masa ósea, proteína, metabolismo basal, edad del cuerpo, grasa subcutánea y grasa visceral. Todo gracias a los cuatro sensores de alta precisión y cuatro electrodos que garantizan un análisis de composición corporal rápido y preciso nada más subirte a su superficie de vidrio templado negro de 6 mm de grosor. ¿Necesitas más razones para hacerte ya con la tuya?
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