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La espirulina es un tipo de alga con grandes beneficios para la salud por lo que en los últimos años se ha colado en el grupo de los superalimentos. Su color verde musgo es una de sus señas de identidad. Una bombaproteínica que además es depurativa, regeneradora y también estimulante. Además es una excelente fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y proteínas. Tanto es así que su aporte proteico es de entre un 65 y un 70%, lo cual la convierte en uno de los alimentos más ricos en proteínas que existen en el mercado. Además, es de alto valor biológico (es decir, contienen todos los aminoácidos esenciales) y de fácil absorción por el organismo. También el jengibre tiene buenas cualidades para añadirlo a tu dieta.
La espirulina sirve para prevenir y tratar diversas enfermedades como la hipertensión, la dislipidemia, la rinitis alérgica, la anemia, la diabetes y el síndrome metabólico, debido a que es un alga rica en vitaminas y minerales, clorofila, proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales y en antioxidantes. La cúrcuma también es perfecta por sus propiedades preventivas.
En cuanto a la espirulina, resulta muy recomendable para personas con anemia ferropénica, ya que tiene mucho hierro e incrementa los niveles de hemoglobina. Refuerza el sistema inmunológico gracias a que aumenta la producción de anticuerpos. Además de esto, posee compuestos que son inmunoestimulantes como la inulina y la ficocianina, la cual ha demostrado propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antitumorales. Esta alga también podría tener un papel importante para el tratamiento de trastornos neurológicos y de la artritis.
También es muy recomendada para pérdidas de peso ya que es inhibidora del apetito y ayudar a controlar la saciedad, debido a que es rica en fenilalanina. Contiene leptina, una hormona que ayuda a disminuir el apetito y a quemar grasa. Y tiene una acción depurativa que ayuda a limpiar y a desintoxicar el organismo, acelerando el metabolismo
¿Pero cómo se toma la espirulina? Normalmente, se toma en cápsulas o en polvo, añadido a cremas o batidos. La dosis recomendada varía entre 1 a 8 gramos por día pero debería estar recomendada por el nutricionista dependiendo de lo que se quiera conseguir con ella: bajar de peso, sentirse menos cansado… porque tiene algunas contraindicaciones en algunas personas como naúseas o diarrea. De ahí que no se pueda tomar durante el embarazo ni esté recomendada en niños ni adolescentes.
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