A pesar de que en la actualidad no nos extraña ver a las mujeres periodistas ejerciendo su profesión en la televisión, radio, periódicos, revistas y publicaciones digitales, no es una realidad que tenga muchas décadas de vida. Tanto en nuestro país como fuera de él, el perfil de periodista en sus inicios solo estaba destinado a los hombres como tantas otras profesiones como podían ser los médicos, abogados, banqueros o ingenieros.
Es por ello que entre finales del S.XVII hasta la mitad del siglo XX, las mujeres que querían informar o comunicar a través de sus palabras o de sus fotografías cualquier cosa, tuvieron que luchar contra la sociedad machista que no veía con buenos ojos que el sexo femenino pudiera desempeñar dicho papel.
¿Cómo un mujer podía recorrer medio mundo capturando las imágenes de guerra cuando su ‘lugar’ era estar en casa con sus hijos y su marido? ¿O cómo una mujer podía firmar algunos de los mejores artículos periodísticos de Madrid? ¿O cómo podían opinar sobre temas que en teoría no tenían ni voz ni voto? Estas eran algunas de las tesituras a las que se enfrentaban a diario las mujeres que convirtieron su pasión por el periodismo en su profesión y que gracias a ellas el mundo tal y como lo conocemos, es un poco más igualitario.
Desde Harper’s Bazaar hemos querido rendir homenaje a las primeras periodistas, a aquellas que lo hicieron antes que nadie. No encontrarás a todas, pero sí a algunas de las más importantes de la historia. Estos son sus nombres y sus aportaciones a la vocacional y hermosa labor periodística.
Carmen de Burgos
Conocida como Colombine, es considerada como la primera corresponsal de guerra en hacer historia. Nació el 1o de diciembre de 1867 en Rodalquilar, en el municipio de Níjar (Almería) y desde bien joven ya demostró no solo su pasión por las letras –con la que obtuvo a escondidas el título de maestra– sino su deseo de convertirse en una mujer libre que no tuviera que depender de ningún hombre, ya fuera padre, marido o hijo.
Tras un matrimonio frustrado, Carmen de Burgos acabó huyendo a Madrid junto con su hija María en 1910. Fue ahí donde comenzó su verdadera vida lejos de Almería y descubrió una capital, en la que a pesar de que seguían existiendo valores tradicionales y leyes que no favorecían a las mujeres, cada vez era más abierta y cosmopolita.
Carmen empezó a trabajar de maestra y poco a poco comenzó a poner su tinta en diferentes medios como El País, El Globo o ABC en poemas, consejos, columnas o crónicas firmando bajo el pseudónimo de Colombine. No fue hasta 1909, durante su etapa en el Heraldo de Madrid cuando empezó a viajar ejerciendo su faceta de periodista. Durante esa época cubrió la guerra entre España y Marruecos y es así como se convirtió en la primera mujer que estaba en el foco de un conflicto bélico escribiendo de lo que sucedía y mandando sus artículos a España para que fuesen publicados. Además, durante todos esos años luchó por eliminar el adulterio del Código Penal y por una ley de divorcio y del voto femenino en España.
Joana Biarnés
Si Carmen de Burgos es considerada la primera corresponsal de guerra de la historia de España, Joana Biarnés es la primera fotoperiodista española famosa por todo el trabajo que hizo sobre todo en la década de los 60. Nació en Terrasa en 1935 y falleció en 2018 a los 83 años de edad. Motivada por su progenitor decidió estudiar en la Escuela Oficial de Periodismo y desde muy joven ayudaba a su padre cubriendo todo tipo de acontecimientos deportivos inmortalizándolos tras su objetivo.
Fue en 1963 cuando su carrera comenzó a despuntar con sus trabajos en el Diario Pueblo, periódico vespertino que estuvo en funcionamiento entre 1940 y 1984, en plena dictadura franquista. En el diario se convirtió en la primera mujer fotógrafa en entrar a trabajar en este medio de comunicación. El resto es historia.
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Entre sus trabajos más reconocidos han pasado personajes de la talla de Lola Flores, Dalí, Carmen Sevilla, Serrat, los Beatles, Roman Polanski o Audrey Hepburn. “Los fotógrafos disparamos con el corazón” fue el gran lema de toda tu trayectoria profesional. Sin lugar a dudas, así lo plasmó en todas y cada una de sus instantáneas que derrochan vida y arte en estado puro.
María Luz Morales
Ella fue una de las grandes olvidadas de la historia del periodismo y gran parte de la culpa fue de la dictara franquista que silenció e inhabilitó a esta creativa y prestigiosa profesional durante la década de los 40 y los años posteriores. María Luz Morales Godoy nació en La Coruña el 1 de enero de 1889, aunque desde pequeña residió en Barcelona.
Tras estudiar Filosofía y Letras decidió que se quería encaminar hacia el periodismo, concretamente en el conocido en la actualidad como periodismo cultural, siendo una de las primeras mujeres de nuestro país en escribir sobre decoración, moda, cine, teatro, estilo de vida…
Fue en 1924 cuando comenzó a trabajar para La Vanguardia en el departamento de cultura y firmando con el pseudónimo de Felipe Centeno, hasta que el 1936 –tras el estallido de la guerra civil española– la nombraron directora del periódico. Esto supuso que fuese la primera vez que una mujer se pusiera al frente de un periódico de tirada nacional.
Josefina Carabias
Abogada, escritora, periodista y locutora de radio se la conoce como una de las grandes mujeres todo terreno en desempeñar la labor de periodista. Nació en 1908 y se graduó en Derecho en Madrid en 1930. Gracias a una entrevista a Victoria Kent en 1931, en aquel entonces directora general de Prisiones, consiguió que comenzara su labor como periodista.
La llegada de la guerra civil española obligó a Josefina a huir junto con su marido José Rico Godoy a Francia, país en el que permaneció en calidad de refugiada hasta la década de los años 40. Desde el extranjero siguió escribiendo desde el exilio y cuando regresó no tuvo más remedio que hacerlo bajo el pseudónimo de Carmen Moreno.
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Pero el destino tenía otra idea para ella y en la década de los 50 pudo saborear la oportunidad de convertirse en corresponsal en Washington y posteriormente en París. No fue hasta 1967, año en el que regresó a España para quedarse.
Lee Miller
Elizabeth Lee Miller fue descubierta a los 20 años en Manhattan por Condé Montrose Nast que impresionado por su belleza no dudó en ponerla al frente de las portadas de una de las cabeceras de moda más prestigiosas del momento. Pero la ambición de la modelo hizo que no se conformase siendo solo una ‘cara bonita’ apareciendo en las revistas de moda y decidió ser quien se pusiera detrás del objetivo para ilustrar este tipo de publicaciones.
Decidió que el prestigioso artista Man Ray sería su maestro, convirtiéndose en el París de 1929 no solo en su asistente fotográfica sino también en su musa y amante. Juntos formaban el tándem perfecto dentro del movimiento surrealista, incluso se dice que muchas de las fotografías firmadas por el reconocido fotógrafo y pintor eran en realidad de Lee Miller. Fue entonces cuando pasó a formar parte del círculo de amigos de artistas de la talla de Picasso o Jean Cocteau.
Años después y tras su ruptura con Ray, Lee Miller se convirtió durante la Segunda Guerra Mundial en una de las más intrépidas fotógrafas de guerra, sin importarle lo lejos que se adentrara en las trincheras o en la línea de fuego siempre y cuando consiguiera las fotografías perfectas para posteriormente ser publicadas en Estados Unidos y Reino Unido. Después de la guerra siguió trabajando en publicaciones de moda en calidad de fotógrafa artística y suyas son algunas de los trabajos más aplaudidos de inicios de los 50.
Nellie Bly
A pesar de que se la conoce como Nellie Bly (1864) por sus trabajos en los que firmaba bajo pseudónimo, su verdadero nombre es Elisabeth Jane Cochran.
Precursora del periodismo de investigación y del periodismo encubierto comenzó con sus primeros proyectos en la ciudad de Pittsburgh ejerciendo la profesión en el periódico Pittsburgh Dispatch. Tras él, y a los 23 años de edad, llegó The New York World en la ciudad de los rascacielos, medio de comunicación gestionado por Joseph Pulitzer.
Fue ahí cuando su labor como periodista infiltrada ocuparon titulares y misivas leídas por miles de personas en las que contaba todas sus pericias. Esta forma de conseguir la noticia de primera mano se convirtió en un método de trabajo para Nellie Bly que le gustaba investigar a fondo en cada uno de sus reportajes.
Fue en 1889 cuando venció a Julio Verne en realizar la vuelta al mundo que el propio autor escribió en su obra La vuelta al mundo en 80 días, en 8 días menos, concretamente en 72 días. Hecho que no hizo más que demostrar su hazaña, dedicación y valentía. En las décadas posteriores participó activamente en el sufragio femenino y es considerada también una de las primeras corresponsables de guerra por cubrir el conflicto en Europa durante la Primera Guerra Mundial.
¡Gracias a todas vosotras por el gran avance que distéis no solo a la profesión sino también al feminismo!
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