Su vida podría aparecer en una de las novelas del escritor ruso. La historia de Alexandra Tolstói, hasta ahora radiografiada en medios de sociedad y en los círculos de la alta burguesía, llega este miércoles a la BBC en lo que en un principio iba a tratarse de un reality sobre su vida de altos vuelos pero que ha acabado convertido en un documental de corrupción, espías y suspense. The Countess and the Russian Billionaire(La condesa y el milmillonario ruso) narra la relación de Tolstói con el magnate Sergei Pugachev, padre de sus tres hijos y ahora perseguido por el gobierno de Putin.
Retrocedamos un poco en el tiempo. Antes de su matrimonio con Pugachev, Alexandra estuvo casada con un aclamado saltador ecuestre de Uzbekistán,Shamil Galimzyanov, al que conoció en uno de sus largos viajes por Europa. En 1999 decide hacer la ruta de la seda –a caballo y camello– y es entonces cuando se encuentra por primera vez con Shamil, con quien contrae matrimonio en 2003. La pareja se casó en la catedral ruso-ortodoxa de Bayswater, en Londres y se instalaron en un pequeño apartamento. En los años posteriores continuaron haciendo expediciones y rutas a caballo. De hecho, el primer documental de la BBC en el que apareció Alexandra fue en relación a su pasión por la hípica, Horse People with Alexandra Tolstoy, una miniserie estrenada en 2008 en la que se mostraba a la joven visitando diferentes propietarios de grandes establos. Exploradora incansable, mientras no estaba embarcada en un viaje, Alexandra planeaba el siguiente o se dedicaba a otras actividades como el diseño de interiores o promovía el desarrollo de diferentes negocios europeos en Rusia. La historia de Alexandra siempre ha estado ligada a las grandes travesías. Desde que se incorporó al Credit Suisse First Boston como ‘broker’, poco después de graduarse, empezó a realizar grandes periplos, entre los que se incluyen seis semanas de peregrinación por nuestro país para hacer el Camino de Santiago.
En 2009, Alexandra decidió alejarse de Rusia y se instaló en Londres. El matrimonio con su primer marido ya estaba roto y Alexandra había contratado unos carísimos abogados con la intención de proteger su vida privada. Es entonces cuando entra en juego Sergei Pugachev, un inversor dueño de dos astilleros, una mina y un banco que se había convertido en el banquero de Vladimir Putin y formaba parte de su círculo de confianza. Pugachev la contrató como profesora de inglés y surgió el flechazo.. Alexandra decide pasar el verano con él en su villa francesa, una de las múltiples propiedades del magnate alrededor del mundo (posee casas en Mónaco, Londres, Moscú, Francia, el Caribe, entre ellas un castillo francés, una villa de unas 80 hectáreas en Herefordshire y otra residencia de 40 millones de dólares en San Bartolomé). Llegaron a tener tres hijos. Una vida de ensueño, yates privados y una relación que no podía funcionar mejor.
El documental que se estrena este miércoles empezó a grabarse en 2015 y retrata esos años felices. “Era increíble, él me daba su tarjeta de crédito y yo me iba de compras", cuenta Alexandra. "Tenía un jet privado. Solo tenía que hacer la maleta y podía irme”. No necesitaba trabajar y podía pasar todo el tiempo que quisiera con sus hijos. Tenían asistente personal, dos amas de llaves, dos chóferes, una niñera británica, una niñera rusa y un tutor de francés.
Sin embargo, todo se torció. La idílica vida dio un giro cuando el Kremlin empezó a perseguir a Sergei y emitió una orden de arresto contra él con un valor de 1.000 millones de dólares a raíz de un préstamo que le habían concedido. El gobierno ruso consideró que había dado los pasos erróneos, y él, acechado por la justicia, decide refugiarse en su castillo francés de la Costa Azul. El matrimonio empezó a temer por su vida: según denuncian, recibieron amenazas y encontraron localizadores GPS en sus coches, asuntos que no ocultaron a las cámaras de la BBC.
Pero entonces, en uno de los encuentros con Sergei, Alexandra nota algo raro en él y empieza a temerle. Decide alejar a sus hijos del magnate y abandona el chateau francés donde vivían para instalarse en Londres.
Sus viajes por el mundo y su vida de excesos han quedado muy atrás. Convertida en madre soltera, vive con sus hijos en un apartamento de Londres y recuerda sus anteriores costumbres con arrepentimiento, que describe como "vulgares". También segura que Sergei, escondido en Niza, lleva más de tres años sin pasarle una pensión. En el documental –que está repleto de imágenes de su idílica vida hasta que todo cambió–, ambos dan su propia versión de los hechos.
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