Uno de los cambios que han irrumpido en este siglo ha sido el de poner sobre la mesa los cuestionados cánones de belleza femenina. Los estereotipos que reinaban hasta entonces habían dibujado siempre en el mapa una imagen de mujer idílica, como si estuviera narrada en una leyenda en la que cuanto más cerca del los patrones 90-60-90, más se acercaría al ideal de mujer perfecta.
Si un fenómeno ha ayudado a fomentar esta idea, además de todas las campañas publicitarias y certámenes que han rodeado siempre al mundo de la moda, éste ha sido el de Victoria’s Secret. La compañía estadounidense alcanzó la fama, no tanto por la lencería de su catálogo, sino más por las modelos que la vestían. Una carta de presentación inigualable en la que nombres como Adriana Lima, Alessandra Ambrosio o Heidi Klum se subían a su pasarela para representar un arquetipo de mujer poco diverso que elevaba las cifras de la firma.
Ahora que la compañía, al igual que ha sucedido con otras como Abercrombie & Fitch, ha salido a la palestra tras polémicos comentarios que algunos de sus directivos realizaron sobre cuestiones corporales o de género e incluso tratos de intimidación y acoso, Hulu estrenará Ángeles y demonios, un documental dirigido por Matt Tyrnauer que desvelará, con testimonios de CEOs y modelos, muchos de los entramados secretos de la empresa de moda: desde las presiones a las que estaban sometidas las modelos, pasando por la cosificación de sus cuerpos y las dietas o el ejercicio físico de las modelos hasta llegar a abusos sexuales por parte de Jeffrey Epstein.
Cuando la compañía canceló su desfile de 2019 para dar un giro a su imagen y pensar en nuevas estrategias de marketing que combatieran todos los rumores, tampoco consiguió volver a elevar sus ventas. La caída ya era evidente. A pesar de los continuos esfuerzos que la compañía continúa haciendo en su modelo de negocio, como incluir modelos transgénero como Valentina Sampaio o con síndrome de Down como Sofía Jirau, la controversia centra su foco en un posible lavado de imagen que, ni apuesta por la inclusión real ni tampoco se encuentra libre de controversias en su funcionamiento interno.
El modelo de mujer aspiracional que ayudó a crear Victoria’s Secret en el que todo parecía ser una pasarela cargada de alegría y ángeles, según el documental, era, en realidad, un infierno. Una narrativa que no hacía más que elevar sus cifras usando la sexualidad y el cuerpo de la mujer como una herramienta de venta.
Fuente: Leer Artículo Completo