El corazón de Banderas, la emoción de las hijas de Pepa Flores y otros grandes momentos de los Goya 2020

En los premios Goya 2020 se presumía un duelo cerrado entre Almodóvar y Amenábar, pero finalmente fue el manchego el que se llevó los grandes premios de una noche en la que la que dos de sus interpretes fetiche, Antonio Banderas y Julieta Serrano, recibían el galardón por primera vez (ella en zapatillas de deporte). Los suyos fueron dos de los discursos más sentidos de una gala larga y falta de rítmo en la que todos los ojos estaban pendientes de una ausencia, la de la ya mítica Pepa Flores que prefirió verlos cómodamente en su casa.

1.

En 2015 el hashtag #AskHerMore reivindicaba que a las mujeres que desfilaban por las alfombra rojas se les preguntase algo más que "¿de quién es tu vestido?". Cinco años después María Casado, presidenta de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, pide a los reporteros que le pregunten precisamente eso, "de quién es su vestido", y tiene un buen motivo: perteneció a Sara Montiel y lo luce gracias a su amistad con Thais Tous, hija de la diva.

2.

El camino de Antonio de la Torre por la alfombra roja escuchando a cada paso que otro Antonio malagueño, pero de apellido Banderas, sólo ha competido en dolor (sin gloria) con el paseo de la vergüenza de Cersei Lannister. Afortunadamente ningún reportero le lanzó sus heces.

3.

Benedicta Sánchez es una metáfora del futuro laboral:becarios con edad de jubilados que encuentran su primer trabajo a los 84 años. "¿Me puedo ir ya?" dice al terminar su discurso dejando claro que no traía el discurso ensayado de casa a pesar de que era la favorita por su papel en Lo que arde de Oliver Laxe. Esa misma pregunta se harán el resto de los asistentes a la gala a lo largo de las más de tres horas de gala. Más sobre la apasionante vida de Benedicta aquí.

4.

"Está aquí el Presidente del Gobierno, que no sé cómo llamarle, porque el presidente aquí es Barroso, Pedro es Almodóvar y el guapo es Banderas" dice Buenafuente en su monólogo de apertura, pero las redes no tienen tan claro eso de quién es el guapo, Oliver Laxe y su eyeliner arrancan suspiros por doquier y hay quien lo compara con Khal Drogo (y Derek Zoolander). Lo que arde es la mirada del director gallego, esperemos que los asistentes a la gala lleven ropa ignífuga.

5.

Como era esperable no hubo Marisolazo, Pepa Flores –que fue nuestra Shirley Temple y ahora es nuestra Greta Garbo– se quedó viendo los premios en casa "en una televisión grande", puntualizó María Esteve, que se vea que hay parné; pero sus hijas han protagonizado uno de los momentos más emocionantes de la noche al recoger su premio "querida Pepita, este Goya de Honor es para ti" se despidió Esteve. Su madre probablemente esté viendo La Sexta Noche porque su reino ya no es de este mundo (del cine).

6.

Sin desmerecer la sentida interpretación de Jaime Cullum –aunque muchos se preguntaban qué pintaba en la gala–, la voz de Amaia es el mejor homenaje que se puede rendir en cualquier situación. A falta de Marisolazo hubo Amaiazo.

7.

"¡Julieta Serrano!", gritaba una emocionadísima María Barranco al leer el nombre de su compañera en Mujeres al borde de un ataque de nervios. Aunque cueste creerlo, es el primer Goya de una de las mejores actrices del cine español, esta noche la injusticia ha sido reparada y Serrano ha subido al escenario en zapatillas de deporte –que ya son muchos años de ir a galas– para recoger el gran premio del cine patrio por interpretar a la madre de Almodóvar en Dolor y gloria.

8.

Aunque no fue una gala marcada pro la reivindicación, hubo pequeñas puyas: “Soy actriz en españa, soy invisible desde que cumplí los cuarenta”, se lamentaba la presentadora de la Gala Silvia Abril que minutos después destacaba que se iban a entregar "los premios al mejor director y …mejor director" dejando claro la falta de paridad de los premios –una queja que también se ha oído respecto a los Oscar–. El actor revelación Enric Auquer agradeció su premio "a todas las antifascistas del mundo" y el músico James Rhodes tuvo palabras de apoyo para las jovenes tuteladas en un centro de Mallorca. Tampoco faltaron las menciones a los efectos del clima que tuvieron su cenit con una –ligeramente fallida– falsa espontánea que fingió entrar a reivindicar que no existe un planeta B. Jimmy Jump lo habría hecho mejor.

9.

"Mi cardiólogo tiene que estar flipando”. Así empezaba su discurso Antonio Banderas recordando que justo hace tres años, el 26 de enero de 2017, sufría un ataque al corazón del que está totalmente recuperado. “No sólo estoy vivo sino que me siento vivo”, añadió. El malagueño que estuvo nominado en la primera gala de los Goya por su papel en Matador recogió por fin un Goya –tiene uno honorífico– y se lo dedicó principalmente a su gran socio Pedro Almodóvar: "mis mejores trabajos los he hecho contigo", recalcó. Y despues cerró la gala con un número de su musical demostrando la inmesa estrella que es. Su cardiólogo todavía no se ha repuesto.

10.

Pedro Almodóvar ha recibido el premio al mejor guión, mejor dirección, mejor película y ha visto a dos de sus actores fetiche premiados, pero este año no puede haber mejor premio para él que el que él mismo se ha otorgado; verse representado en el cine por Antonio Banderas. Si hay secuela, proponemos a George Clooney. O a Oliver Laxe.

11.

Y seguro que los fans de Paquita Salas (y de Belén Cuesta) tienen claro cuál ha sido su momentazo favorito.

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