En tan solo tres años, Angèle Joséphine Aimée Van Laeken, más conocida como Angèle, ha pasado de compartir simples vídeos domésticos de populares interpretaciones en su perfil de Instagram a llenar grandes recintos en Bélgica y Francia con su música. Un salto de altura que ha situado a esta joven cantante belga de tan solo 24 años como una de las mayores revelaciones del pop a nivel internacional.
Los datos así le avalan: fue la artista de habla francesa más escuchada de 2019, ha sido galardonada recientemente con dos premios Victoires de la Musique, los más importantes de la música en el país galo -Álbum revelación del año por su primer disco Brol y Vídeo del año por su single Tout oublié, canción que interpreta junto a su hermano Roméo Elvis-, las cifras de audiencias de sus canciones se multiplican y su legión de seguidores ya se cuenta por millones.
En el caso de Angèle, la pasión por la música viene de lejos, en su familia tanto sus padres como su hermano mayor, con el que tiene un tema en Brol, son artistas. Comenzó a cantar y a tocar el piano con tan solo 5 años, aunque en aquel momento, como ella misma ha confesado, llegase a odiar su propia voz. «Odiaba cantar en público», ha llegado a decir en una reciente entrevista.
Sin embargo, todo cambió con la llegada de Instagram. «La gente me pedía más vídeos cantando y tocando el piano», ha explicado. «Y pensé, okey, quizás a ellos les puede gustar esto», añadía. La popularidad que adquirió con estos breves clips fue tal que rápidamente la industria puso sus ojos en ella.
Una voz mágica, una personalidad abrumadora y un estilo a la altura de una estrella de la música, han hecho que el nombre de Angèle traspase las fronteras de los países de habla francesa y llegue a todos los rincones del mundo. Y eso es tan solo el principio…
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