¿Contagian más los niños el coronavirus?

Solo el 1% de los pacientes de coronavirus en España tienen menos de 10 años y, sin embargo, podrían ser el 1% más peligroso de todos. Sobre todo a partir del domingo 26 de abril, cuando 6,4 millones de niños menores de 14 años podrán salir a la calle tras más de un mes de encierro absoluto.

¿Son los niños más contagiosos que los adultos? Sinceramente, no lo sabemos. Y el Gobierno, tampoco. Según el Dr. Roi Piñeiro Pérez, Secretario de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica, las medidas para desescalar el confinamiento podrían no ser definitivas, «Como ya ha avisado el Gobierno en varias ocasiones, muchas de las medidas se mantendrán o no en función de la evolución de las curvas epidemiológicas. De hecho, es posible que en algunas medidas haya que volver hacia atrás», asegura.

Aunque hasta ahora, parecía que los niños se contagiaban menos, los nuevos datos apuntan a que en su caso la enfermedad, más leve, pasa desapercibida. De hecho, en esa invisibilidad del virus radica el temor al contagio infantil: si, como parece, el 90% de los menores infectados no presentan síntomas o solo presentan síntomas leves, se tomarán menos medidas preventivas. Algo, que se debería evitar a toda costa para reducir, con los niños ya en la calle, el riesgo de contagio. Ante esta disyuntiva, «las recomendaciones del Ministerio son la clave, con respecto al uso de mascarillas adaptadas al uso pediátrico y el lavado frecuente de manos, mientras recordamos que ninguna medida nos vuelve inmunes al virus. Por lo que los padres deberemos insistir para que nuestros hijos cumplan con las recomendaciones», afirma el Dr. Piñeiro.

Por lo demás, no parece claro que tengan mayor carga vírica e incluso se especula que su capacidad de contagio sea menor que la de los adultos. El Centro de Enfermedades Infecciosas de Francia está estudiando el caso de un niño de nueve años (en los Pirineos franceses) que, a pesar de padecer la enfermedad, no contagió a ninguna de las 172 personas con las que había tenido contacto. Curiosamente, la gripe y el catarro que padecía a la vez que el virus sí pasaron a otras personas, entre ellas, sus hermanos.

El mayor riesgo de contagio a través de niños, de hecho, se debe sobre todo a sus características específicas por el hecho de ser niños. En primer lugar, como el Covid-19 se manifiesta en ellos de forma más leve, es mucho más probable que no sepamos que lo están padeciendo, con lo que no tomaremos medidas tan drásticas como con alguien que presenta síntomas claros. Pero debemos ir con cuidado, hasta que se tengan más datos claros sobre el virus, la premisa es clara: niños y población de riesgo deben mantener la distancia, «es deseable y recomendable que, en la medida de lo posible, nietos y abuelos se mantengan separados, pues sí que se conoce que la edad avanzada es uno de los factores de mal pronóstico en la evolución de la Covid-19», reitera el Dr. Piñeiro.

Además, los niños tienen una distancia social menor: tocan, abrazan, besan, comparten juguetes, vasos y comida. En muchos centros de salud y hospitales, se han eliminado los libros y juguetes de las salas de espera pediátricas para evitar que los virus hagan su agosto entre ellos. Pero lo cierto es que una contención absoluta, es casi, imposible: estornudan sin cubrirse la boca, no se limpian bien la nariz, pueden babear… la Dra. Concha Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, lo corrobora, «los niños cuanto más pequeños son, menos control tienen sobre sus secreciones», por lo que, a la hora de especular sobre si son más contagiosos que los adultos, deberíamos tener en cuenta, sobre todo, que su categoría de ‘peligrosos’, «es más bien una cuestión de hábitos infantiles, no de carga viral», asegura al Dra.

Por otra parte, les cuesta más seguir las medidas higiénicas preventivas: es más probable que se laven mal las manos, se toquen la cara sin pensar, usen mascarillas de forma inapropiada (o se las quiten sin más). Los menores de un año, además, no deben usar mascarillas, con lo que la exposición es mayor. ¿Qué podemos hacer al respecto? La Dra. Sánchez recomienda, «buscar lugares con poca gente para pasear, lavarles despacio las manos de forma supervisada al salir y sobre todo, al volver del paseo, cambiarles de zapatos al entrar en casa, de ropa si se han tirado al suelo…», de esta forma, evitaremos que se contagien y contagien a otros.

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