Para muchos la desescalada ha sido un gran alivio, excepto para aquellos que todavía se resisten a salir de casa porque no se sienten seguros y pueden estar padeciendo el síndrome de la cabaña. Pero, para la gran mayoría, salir a pasear y a practicar deporte al aire libre se ha convertido en su momento preferido del día, y es que por fin volver a pisar la calle después de semanas de encierro ha sido un respiro.
Esto ha provocado la avalancha de runners en las calles de nuestro país, ya que al permanecer todavía muchos de los parques públicos cerrados, el asfalto se ha convertido en su pista para correr. Pero hay que tener mucho cuidado ya que este tipo de terrenos no son los más adecuados para practicar running, según nos cuentan los expertos: «Para determinar si un terreno es bueno o no para correr hay que tener en cuenta la dureza de este y el riesgo de lesión que implicaría. Cuanto más blando sea el terreno sobre el que corres, menor será el impacto que reciben tus articulaciones, pero también se ve afectado a tu rendimiento pues la poca reactividad del terreno hace que tus zancadas te propulsen menos. Runners con una buena técnica de carrera podrán correr en superficies más duras y reactivas dónde su rendimiento será mejor. En cambio, si la técnica no es muy buena, recurriremos a superficies más blandas buscando un menor impacto en la carrera», explica Kike Uceta, entrenador de los centros Metropolitan.
Podríamos decir que no existen terrenos peores para correr pero sí corredores de distintos niveles y técnicas de carrera. Si la mayoría de la población ha estado sin practicar ejercicio durante semanas y comienza a hacer running sobre un terreno como el asfalto,tiene muchas más probabilidades de lesionarse: «La tierra es la mejor opción. Son los clásicos caminos en parques o praderas, donde la tierra se mezcla con el césped y ofrecen una superficie óptima para el desarrollo de la actividad con un menor riesgo de lesión», lugares que según donde vivas todavía habrá que posponer unas semanas.
Normalmente las lesiones más comunes causadas por correr sobre el asfalto se producen en la rodilla, la cadera y la espalda y en ocasiones, no se percibe en el momento sino que aparecen con el tiempo. Una buena forma de evitarlas es siempre contar con un equipo e indumentaria cómoda -las fibras sintéticas y transpirables son las más recomendables- y sobre todo, el calzado que debe tener una óptima amortiguación y sujeción: «Todo el peso de nuestro cuerpo y el impacto de la actividad que hagamos caerá sobre nuestros pies, por lo que debemos elegir unas zapatillas aptas para correr sobre el asfalto, no solo para estar cómodos sino también para evitar lesiones».
Los expertos nos dan algunos consejos generales si vas a correr en asfalto
– Recuerda tener un buen calzado que ayude a reducir el impacto lo máximo posible y ponte ropa con la que te encuentres cómodo.
– Alterna las rutas de entrenamiento. En primer lugar, porque el asfalto es muy propenso a lesionarnos debido a su impacto por lo que, si alternamos con otras superficies, disminuiremos el riesgo. Además, cambiar de ruta puede ayudarnos a evitar la monotonía de la actividad.
– No te olvides de tu pies. Fortalece su musculatura, no solo para protegerlos, sino para mejorar el rendimiento generar cuando corramos.
– Para aficionados, correr dos o tres días a la semana, intercalándolo con sesiones de descanso u otro tipo de ejercicio, sería lo recomendable. Los días de descanso se aconseja realizar trabajos de fortalecimiento y propiocepción del tren inferior para proteger a nuestros huesos y articulaciones, además de realizar ejercicios también para fortalecer el CORE.
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