Sinan es operado de urgencia y los Egemen aguardan noticias reunidos en la sala de espera. “Logramos detener la hemorragia interna, pero su estado es crítico”, informan los médicos. Hasta allí, llegan también Yagiz y Hazan, que en el último momento decidió no coger su vuelo. Hazim no puede contener su ira y propina una bofetada a su hijo. A solas con Yasin, Ece le recrimina que haya vuelto con Selin: “Me divorcié por ti”. Tampoco Esma acepta la decisión de su hermano y no quiere vivir en la mansión.
En un descuido de los vigilantes, Kerime huye de la cabaña y telefonea a Hazim para exigirle que le deje visitar a Sinan. Así, esta entra de madrugada disfrazada en el hospital, pero Yasemin la ve y la sigue. Fazilet no tarda en darse cuenta de lo que sucede e interviene para hacer creer a la mujer que es Gökhan quien no lleva la sangre de la familia Egemen.
Unos matones golpean a Gökhan
Pasada una semana, Sinan evoluciona favorablemente y sale de cuidados intensivos. En la habitación, su familia lo espera y al ver a Hazan le pregunta por qué no lleva su anillo de compromiso. Todos se quedan desconcertados y el médico les explica que padece amnesia: “Debe retomar su vida desde el punto que él recuerda”. No imaginan que es una farsa que ha ideado el hombre para vengarse.
Cuando Ömrüm se encuentra jugando con uno de sus peluches a las puertas de la mansión, un hombre se acerca a hablar con ella. Como no lo consigue, le entrega un patuco bordado con unas iniciales para que se lo enseñe a Yasemin. “No puede ser”, repite sin parar la mujer cuando lo ve y se desmaya.
Sinan recibe el alta y como Hazan se niega a instalarse en la mansión, este chantajea a Fazilet: “Deshonraré a tu hija frente a toda Turquía si no la traes a mi lado”. La señora no tarda en conseguirlo con la excusa de que Ece tiene un embarazo de alto riesgo.
Cuando Gökhan regresa a casa después del trabajo, unos hombres contratados por Kudret le asaltan en mitad de la carretera y le golpean.
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