Italia es uno de los países europeos más afectados por el coronavirus. Las medidas de aislamiento se extendieron ayer a todo el país y numerosos artistas y personalidades del país han decidido hacer campaña a través de las redes sociales para intentar frenan la epidemia. #iorestoacasa (Me quedo en casa) es la campaña que artistas como Laura Pausini, Tiziano Ferro, Nek, Paolo Sorrentino y la propia Chiara Ferragni han apoyado en sus redes sociales.
La influencer mandó ayer a través de Instagram un sentido mensaje en el que pide a a sus seguidores responsabilidad y sacrificio para afrontar esta situación, quedarse en casa y contener de esta manera la extensión del virus. Ferragni pide a sus seguidores que abandonen sus rutinas y que tomen todas las precauciones y medidas necesarias para evitar el contagio.
Chiara ha ido un paso más allá y no solo ha mandado ese mensaje a sus seguidores, sino que ha iniciado una campaña para recaudar fondos. En otro post, la influencer ha explicado: «Hemos decidido lanzar a través de una donación personal una recaudación de fondos a favor del hospital San Raffaele de Milán para la creación de nuevas camas en la unidad de cuidados intensivos, necesarios para enfrentar la emergencia de coronavirus tanto como sea posible ❤».
Una campaña con la que Chiara ha recibido una gran respuesta por parte de todos sus fans: «Más de un millón de euros y más de 57.000 donaciones en 5 horas. Este es el poder de las redes sociales cuando se usa de la manera correcta. Estoy muy orgullosa de ti 🙏🏻 Sigamos donando y haciendo un cambio (enlace en bio e historias❤️)».
Ferragni no ha dejado de mostrar su preocupación en las redes sociales desde entonces. El último post que ha compartido es una reflexión del psicólogo Morelli que pone de manifiesto como vivimos en un mundo lleno de contradicciones y paradojas, en el que el cambio climático y los desastres ambientales alcanzan niveles preocupantes, la economía se derrumba y se reactivan ideologías y políticas discriminatorias. «Es entonces cuando llega un virus que nos hace experimentar que, en un momento, podemos convertirnos en los discriminados, y los segregados bloquean en la frontera a aquellos que traen enfermedades», reflexiona el post.
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