Son fechas señaladas para todos. Llega el frío de diciembre y tras un emotivo año de altibajos emocionales, las navidades se imponen esta vez como una de las celebraciones que más afectadas se verán por las restricciones sociales, que limitarán el horario y la cantidad de personas en nuestras reuniones con los familiares y amigos que llevamos meses sin ver.
Llevamos semanas esperando esta fecha y todavía no hemos organizado los planes que finalizarán un 2020 en el que, la falta de contacto físico no ha obstaculizado el emocional, sino que lo ha acentuado incluso más. Porque hemos buscado alternativas a la distancia y, las vídeo-llamadas infinitas, al igual que los regalos a domicilio, se han erigido como dos de los aliados imprescindibles que han ayudado a mantener nuestras relaciones.
No podemos abrazarnos, pero tampoco olvidarnos. Lo material ha pasado a un segundo plano y ahora apreciamos más el significado de cada detalle. Por esta razón, desde ‘Apadrina un olivo’ han creado una de las iniciativas más sensitivas, para que puedas sorprender a los tuyos estén donde estén y al mismo tiempo ayudar a la conservación del entorno.
‘Apadrina un olivo‘ es un proyecto que busca recuperar cien mil olivos del pueblo Oliete de Teruel, para ayudar a paliar los efectos del éxodo rural y mantener la tan querida, pero olvidada, España profunda. Y además, desde esta plataforma instan a imaginar unas navidades diferentes en las que el verdadero valor resida en al aprendizaje que hemos interiorizado este año: puedes regalar un pedazo de pueblo apadrinando uno de estos olivos por tan solo 50 euros, un enorme regalo que favorece la economía local y ayuda al medio ambiente.
Con ‘Apadrina un olivo‘ convertirás en madrina o padrino a quién elijas y, como si se una persona se tratara, el tutor de ese olivo escogerá su preferido, podrá bautizarlo, conocer al agricultor encargado de cuidarlo y visitarlo siempre y cuando quiera en su compañía. Además, recibirá dos litros anuales de su aceite de oliva virgen extra, para tenerlo también en su propia casa. Así, dispondrá de pleno conocimiento de todo lo relativo a su apadrinado y como dicen desde la organización, disfrutará del sabor de su olivo en dos vertientes: un Aceite Virgen Extra y otro Virgen Extra Responsable galardonado con el Premio Mejor Aceite del Bajo Aragón 2020 por cumplir las 4S (es sostenible, social, solidario y saludable).
¿Puede haber un regalo más completo? Ya son 15 mil personas las que se han sentido atraídas por la iniciativa y se han apuntado como padrino de un olivo. Y no nos extraña: ayuda al impacto medioambiental positivo, fomenta el turismo rural, da trabajo a los agricultores y productores locales de aceite y, por supuesto, revive Oliete.
Es el momento perfecto para cambiar el chip. Hacerlo está tan solo en tus manos.
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