Ha fallecido la madre de Carlos Goyanes, Nena Perojo, a los 99 años. Su nieta Carla Goyanes ha compartido la triste noticia a través de Instagram junto a un emotivo mensaje de despedida: “Adiós abuela buen viaje! Te vamos a echar de menos pero has disfrutado de la vida hasta el último momento. Te queremos. DEP”. Acompaña estas palabras varias fotografías donde aparece su abuela Nena Perojo.
A post shared by Carla Goyanes Lapique (@carlugoyanes) on
Una de ellas, la primera el día de la boda de Carla con Jorge Benguría en julio de 2011 en Málaga. Su abuela luce melena ondulada varios collares de perlas y un traje estampado de colores vivos. Fue después de ese enlace cuando Beatriz Cortázar escribió en ABC que le había llamado la atención Nena Perojo en la boda de su nieta, por estar “espectacular. Muy maquillada, con melena, falda y tacones, es el ejemplo de cómo cumplir años y vivir a tope”. También revelaba en aquella crónica que Nena Perojo hacía un año -en 2010- que se había casado con su novio de los últimos 20 años después de decidir regresar a Madrid y dejar Miami donde había vivido muchos años. Vendió su casa de Estados Unidos salvo el apartamento que alquilaría a Carla Goyanes y Jorge Benguría el tiempo que vivieron en Miami.
Nena Perojo, Carmen Perojo, era la madre de Carlos Goyanes, suegra de Cari Lapique y exsuegra de Marisol. Fue de hecho, madrina de su boda en 1969 en la iglesia de San Agustín de Madrid. Fue la mujer, casada con el productor Manuel Goyanes, que acogió en su casa a la niña Pepa Flores en su camino a ser una estrella. Hija del famoso director y productor de la época Benito Perojo, el mismo año de Un rayo de luz produjo Mi último tango de Sara Montiel, por mencionar a los dos fenómenos del cine español de aquellos años 60.
Cuando Manuel Goyanes descubrió a Marisol en un programa de televisión alertado por su hija Mari Carmen pensando que aquella preciosa niña de ojos azules, pizpireta, que bailaba y cantaba como pocas, podía se la que estaba buscando para actuar en sus películas. Las familias firmaron un contrato y decidieron que la niña se instalaría con su madre en el piso de Madrid de la familia Goyanes para ser educada y tutelada como debía ser, aparte de para convertirse, como pronto se demostraría, en la gallina de los huevos de oro de los Goyanes. Esa casa era la de Manuel Goyanes y Nena Perojo, donde Pepa Flores conocería y conviviría con quien sería su primer marido en un matrimonio complicado que solo duró tres años y no dio a la malagueña los hijos que quería. Marisol contó tiempo después que durante aquellos años en casa de los Goyanes donde se la quiso tratar "como una hija más", sufrió abusos, extremo que la familia Goyanes siempre ha negado.El resto de la historia es conocida: Marisol empezaría su relación con Antonio Gades el bailarín y Carlos Goyanes con la aristócrata Cari Lapique quien desde entonces ha sido nuera de Nena Perojo ahora fallecida. Si Lapique y sus hijas, Carla y Cari, han mantenido un perfil alto en las revistas del corazón, de Carlos Goyanes y su madre Nena Perojo se puede decir todo lo contrario. Nena Perojo es, de hecho, casi un misterio.
Fuente: Leer Artículo Completo