Todos los actores de Hollywood están deseando poder volver al trabajo y retomar su vida normal. Bueno, todos no. La actriz Zoë Kravitz no tiene muchas ganas de regresar al plató donde se está rodando la nueva película de Batman protagonizada por Robert Pattinson. Y no porque no le esté gustando la experiencia de interpretar a Catwoman, sino porque tiene miedo de que las prisas innecesarias por terminar el filme acabe jugándole una mala pasada.
“En esta película me toca más gente que en ninguna otra en la que haya trabajado porque la ropa que tengo que ponerme es complicada y además hay muchas escenas de lucha”, ha confesado Kravitz en una entrevista con People donde revela que todos los días se “despierta muy preocupada pensando en que va a recibir una llamada o un email” en el que le digan que tiene que regresar al rodaje.
“Necesito que varias personas me ayuden a ponerme el traje de Catwoman. Eso implica que tienes a gente tocándote todo el día la cara y el cuerpo porque yo sola no puedo hacerlo”, explica. Y claro, con la actual crisis sanitaria y con todo el mundo recomendando mantener la distancia social, esa es una práctica no exenta de cierto riesgo.
En cualquier caso, la intérprete confía en que el rodaje solo se podrá retomar cuando se pueda asegurar que la salud de ninguno de los que allí trabajan corre peligro. “Sigo en contacto con varia gente del equipo y sí, todos estamos listos para volver cuando nos confirmen que nuestra seguridad está garantizada”, concluye.
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