Han heredado el carácter afable y la belleza holandesa de su madre y el amor por España de su padre. Victoria y Cristina, las hijas gemelas de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger, cumplen este 1 de mayo 20 años y lo hacen con la discreción que las ha caracterizado desde que nacieron, a pesar de formar parte de una de las familias más famosas y queridas del planeta. Las jóvenes viven a caballo entre Miami, Nueva York y Punta Cana y pasan largas temporadas en Marbella, ciudad que aman y en la que veranean desde que eran niñas. Repasamos 20 datos sobre estas jóvenes amantes de la moda y con un espíritu emprendedor que en unos días dará sus frutos.
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Julio Iglesias se enteró de que Miranda esperaba gemelas por una llamada de su mujer mientras él estaba en Texas para un concierto. Poco antes, una mujer paró a la holandesa por la calle y le dijo que su ángel de la guarda le quería decir que tendría dos niñas.
Las gemelas nacieron el 1 de mayo de 2001 en el hospital Monte Sinaí de Miami Beach. Sus nombres, Victoria y Cristina,se los puso su madre porque una íntima amiga suya soñó con la holandesa llamándolas así.
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El impecable estilo de Miranda Rijnsburger, mujer de Julio Iglesias: discreción, una percha envidiable y muchos guiños a Chanel
- Su padre estuvo en su nacimiento y en el de sus otros tres hermanos. “Siempre reza y cuenta los dedos de las manos y los pies cuando nacen para asegurarse de que los tienen todos”, explicaba Miranda a Vanity Fair en 2020.
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En unos días, las jóvenes lanzarán al mercado My Tribeü, una línea de productos de cosmética y suplementos alimenticios dedicados especialmente a las mujeres. Cuentan con el asesoramiento de la doctora Paria, una naturópata muy reconocida en Miami. Llevan trabajando en el negocio desde el año pasado y sacarán una serie de complementos y bebidas indicados para mujeres que quieren sentirse bien por dentro y por fuera y que les ayudarán a tener más energía y una piel radiante.
Las gemelas celebraron su mayoría de edad en París. En la capital francesa fueron presentadas en sociedad en el Baile de Debutantes en el hotel Shangri-La donde coincidieron con otras jóvenes de la alta sociedad como María Carolina de Borbón- Dos Sicilias, Stella Belmondo o Jane Li. Victoria y Cristina fueron las primeras gemelas españolas en participar en Le Bal, la puesta de largo más exclusiva del mundo. Lucieron dos diseños de Elie Saab y bailaron el vals con los condes argentinos Iván y Nicolás de Poligny, miembros de una de las familias aristocráticas de origen francés más distinguidas.
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Discretas con su vida privada, las gemelas llevan una vida tranquila entre Nueva York y Miami. Aunque se independizaron de la mansión que su padre tiene en Indian Creek, siguen pasando largas temporadas en la casa paterna, ubicada en una de las zonas más exclusivas de Miami y que está considerada un búnker de seguridad y privacidad.
Sus amigas son igual de discretas que ellas. Entre su grupo más cercano se encuentran Mikaela Kiara, de origen canadiense, y Sabrina Eleine, que cuentan con un perfil en común en Instagram, Miami Cravings, en el que suben fotografías de los mejores spots de Miami, de los restaurantes más top de la zona y de los locales de moda a los que solo se puede acceder si estás en una lista para invitados VIP. Sabrina, cuyos orígenes familiares provienen de Curaçao, tiene 23 años y en diciembre de 2019 se graduaba en la Universidad de Miami. Además, las gemelas suelen salir a cenar con la ex novia de su hermano Miguel, Danielle Obolevitch, graduada en Economía con especialidad en Historia del Arte en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Pensilvania, y con Carolina Arango, de 23 años, nacida en Colorado, modelo y que cuenta con su propia web en la que tiene un blog de belleza y moda y donde vende sus outfits.
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Igual que sus padres y sus hermanos, Cristina y Victoria aman Marbella. El verano pasado se instalaron en la casa que su padre tiene en Ojén y ahí se quedaron hasta mediados de diciembre. En la ciudad malagueña no suelen hacer demasiada vida social y prefieren pasear por el campo, disfrutar de la infinity pool que tienen en casa y hasta les gusta cocinar ellas mismas con los productos que recogen de su huerto ecológico.
Una de sus mejores amigas es española. Se trata de Azahara Margón, una joven malagueña aficionada a las artes marciales, que trató de ingresar en la Guardia Civil y finalmente terminó estudiando Arte Dramático. Azahara conoció a Julio Iglesias en un concierto en Algeciras al que asistió con su madre y tras visitarle en el camerino entabló una especial relación con Miranda y sus dos hijas. Al terminar el verano, la joven se marchó con ellos a Miami para trabajar para la familia como seguridad y organizando actividades deportivas para sus hijos. Desde entonces, Cristina y Victoria son como sus hermanas y suelen pasar tiempo juntas tanto en Marbella como en Miami y Nueva York.
Solo fueron al colegio de los 10 a los 14 años, ya que sus padres optaron por la educación libre tanto para ellas como para sus otros tres hijos. Antes y después completaron sus estudios en casa con profesores particulares. “Aprendíamos mucho más e incluso más rápido que en el colegio”, contaban a Vanity Fair.
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Pese a haber pasado gran parte de su etapa escolar protegidas en casa, siempre han tenido buenas relaciones sociales gracias a las fiestas infantiles que se organizaban en las mansiones vecinas de Indian Creek o en los elitistas clubs de los resorts para millonarios en Punta Cana, donde han pasado largas temporadas desde niñas.
Salir de fiesta no está entre sus prioridades, aunque sí suelen disfrutar de entretenidas cenas con sus amigas en algunos de los locales más exclusivos de Miami como Mandolin Bistro, el japonés Makoto (ubicado en Bal Harbour, el distrito comercial que aúna las mejores tiendas y los restaurantes de alta gama de Miami) y Hillstone, situado en la lujosa zona de Coral Gables a 15 minutos de Brickell.
Con sus hermanos mayores, los tres hijos de Julio e Isabel Preysler, no tienen demasiada relación, salvo con Julio José, que sí suele visitarlas a ellas y sus hermanos en la casa de Miami y allí disfrutan de algún partido de fútbol en la tele o juegan al tenis con él.
Nunca las hemos visto en un concierto de su hermano Enrique Iglesias, pero sí que han disfrutado de más de un show de su padre en diferentes partes del mundo. Desde pequeñas han viajado junto a Julio y Miranda por todo el mundo y la canción favorita del artista para ellas es De niña a mujer, tema que el cantante español dedicó a su hija mayor Chábeli.
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Los caballos son su gran pasión, una afición que han heredado de su madre. En la casa de Ojén cuentan con varias cuadras en las que tienen a sus caballos, que suelen montar a diario, y cuando están en Nueva York suelen hacerlo en la finca de Annette de la Renta, viuda del diseñador dominicano que fue íntimo amigo de Julio Iglesias, en Connecticut.
Amantes de los animales, para las gemelas sus perros son parte de la familia. Luke y Leila las acompañan allá donde van y hasta les han creado un perfil de Instagram en el que cuentan sus viajes y aventuras perrunas diarias. Además, en ese perfil, las jóvenes invitan a adoptar en lugar de comprar perros, algo que ellas hicieron con sus dos perros en un refugio. Aunque ellos son las estrellas de sus redes, en estos últimos años han acogido a otros nueve cachorros y a varios gatitos.
Han heredado la bondad y la forma positiva de vivir y ser de su madre, y la disciplina y dedicación para no rendirse jamás de su padre. Aunque siempre supieron que eran famosas desde que nacieron, no entendieron las dificultades de ser una persona pública hasta que entraron en la adolescencia.
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En mayo de 2019 posaron sobre la alfombra roja de la MET Gala en Nueva York ‘amadrinadas’ por Anna Wintour, una de las mujeres más poderosas de la industria de la moda. Allí deslumbraron por su elegancia con diseños de Óscar de la Renta creados especialmente para ellas. El diseñador era como un tío para las gemelas y disfrutaban de su presencia en República Dominicana, donde Julio cuenta con una mansión y donde está instalado desde hace más de un año.
Su casa de Miami, donde pasan buena parte del año y donde estuvieron durante el confinamiento, cuenta con cuatro viviendas independientes y unas increíbles vistas sobre Biscayne Bay. Entre sus vecinos está la supermodelo Adriana Lima y en breve lo será también Ivanka Trump, que hace unos meses le compró a Julio Iglesias una de las cuatro parcelas que el español tiene en Indian Creek.
Adoran a sus hermanos. Las jóvenes presumen de las habilidades musicales de Rodrigo, Miguel y el pequeño Alejandro. El primero toca la guitarra y compone sus propias canciones; Miguel toca el piano como los ángeles y les ameniza muchos fines de semana en la casa de Indian Creek, y el pequeño de la casa ha aprendido de oído a tocar la batería y la guitarra.
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