Sin Misan Harriman, ahora no estaríamos asistiendo en directo al segundo embarazo de Meghan Markle y el príncipe Harry. Literal y figuradamente: porque Harriman no es sólo el fotógrafo que ha retratado ese momento desde Londres, a 8.750 kilómetros de Santa Barbara, California, donde se sacó la foto gracias a la tecnología moderna. También porque, como le recordó Meghan al hacerle el encargo de ilustrar su segundo embarazo, si no hubiera sido porque presentó a Meghan hace años a un amigo que también conocía a Harry, es posible que la actriz y el príncipe no se hubiesen conocido.
Harriman, colaborador habitual de Condé Nast en los tres años que lleva como fotógrafo, contaba a la edición británica de Vogue el simbolismo de la foto: "Al tener detrás de ellos el árbol de la vida y el jardín que representa la fertilidad, no les hizo falta ninguna indicación, porque van, como siempre han ido, danzando juntos por la vida como absolutas almas gemelas”. Harriman reconocía tanto en Vogue UK como en su Instagram que la foto se había tomado a distancia, telemáticamente, y con la cámara de un iPad activado en remoto como todo equipo profesional.
El propio Harriman también tiene una curiosa historia. Como fotógrafo, su labor más reconocida ha sido la portada del número de activismo y diversidad de Vogue UK de septiembre de 2020, tradicionalmente el número más importante del año. Harriman agradeció a Edward Enninful, el director de la revista, haberle convertido en la primera persona negra en 104 años en fotografiar la portada del número de septiembre.
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Aunque Harriman no lleva excesivo tiempo dedicado a la fotografía, tres años, en los que ha demostrado un talento natural y un olfato que van más allá de la técnica. Antes, el fotógrafo, británico nacido en Nigeria, había tenido una carrera en el mundo financiero y había montado una agencia de medios en Internet. Sus fotos de las protestas del Black Lives Matters en verano de 2020 en Londres dieron la vuelta al mundo, a través del Guardian, Vogue y la BBC. Las pantallas gigantes de Picadilly Circus eligieron también sus imágenes para ilustrar las protestas y el activismo.
Harriman conocía a Markle desde hacía años, y estuvo presente "desde el inicio de vuestra historia de amor", como contaba en Twitter. Fue uno de los fotógrafos invitados a cubrir la boda de la pareja, y mantiene una gran amistad con la duquesa de Sussex. Tampoco es su primer encargo royal: la princesa Beatriz de York le eligió para sacar la foto en la que anunciaba su compromiso con su hoy marido, Edoardo Mapelli Mozzi.
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