Tres maridos, alguna infidelidad, un chatarrero (millonario) y un australiano sexy de la edad de su hija: los hombres de la vida de Carmen Martínez-Bordiú, la nietísima de Franco

Carmen Martínez Bordiú (actual Duquesa de Franco) estaba llamada a ser una adolescente modelo que, con el pasar de los años, se convertiría en una señora bien, familiar y abnegada madre, una esposa ejemplar, como mandaba la tradición y el puritanismo del Régimen. Pero nada más lejos de la realidad. En cosas del amor, la nietísima del dictador siempre se ha puesto el mundo, el qué dirán y la libertad por montera, y en una España ya democrática, ha ido acumulando matrimonios, noviazgos y romances más o menos polémicos. De un Borbón a un ‘toy boy’ australiano, pasando por un chatarrero que, dicen, ha sido su gran amor. Si Franco levantara la cabeza…

Su primer novio dicen que fue Jaime Rivera, un amor de juventud (ella tenía 16 años) que su padre, el Marqués de Villaverde, no veía con buenos ojos por el poco porvenir del chaval. Era jinete, y eso era poco en aquellos años ‘60 para la nieta de Franco. Así que la relación se marchitó y Carmen Martínez Bordiú tuvo que esperar unos años a que Alfonso de Borbón (14 años mayor que ella) la sacara de casa. Sí, se conocieron en una fiesta en la Embajada de España en Suecia, y la ‘nietísima’ ha confesado en más de una ocasión que aceptó su proposición de matrimonio porque la veía como un pasaporte a la libertad.

La pareja se casó el 8 de marzo de 1972 en El Pardo, con el fasto y boato de una boda de estado a la que no faltaron miembros de las diferentes casas reales europeas. Pero de amor, al menos por parte de ella, más bien justita. Los Duques de Cádiz, título que les fue concedido tras el ‘sí, quiero’, tuvieron dos hijos, Francisco (fallecido en un trágico accidente de coche en 1984) y Luis Alfonso, y mantuvieron las apariencias mientras vivió el dictador, pero lo suyo estaba abocado al fracaso: se separaron en el 79, se divirciaron en el 83 y consiguieron la nulidad matrimonial en el 86.

Eso sí, un año antes de separarse oficialmente, Carmen Martínez Bordiú había conocido a Jean Marie Rossi, por el que terminó dejando a sus hijos en España para vivir su amor en libertad en París. La pareja se casó en el 84 y fruto de su relación nació Cynthia. Durante más de una década fueron felices, pero este amor tampoco era el definitivo, ni mucho menos, y se separaron a mediados de los 90.

Fiel a su estrategia de la liana (no sueltas una hasta que tienes bien cogida la siguiente), un año antes de separarse de Rossi, Carmencita se reencontró con otro amor de juventud, el arquitecto italiano Roberto Federicci, con el que compartió su vida una década. No llegaron a pasar por el altar y en 2004 se dijeron ‘ciao’, pero a diferencia del resto de sus ex, parece que con él sí sigue manteniendo una buena relación.

El siguiente hombre en la lista de Carmen Martínez Bordiú fue José Campos, un empresario cántabro con el que, a los 50, vivió una segunda juventud. Con él se instaló en Santander, y allí se casaron el 18 de junio (que no de julio) de 2006 en una boda de inspiración india que causó gran revuelo y que, no vamos a negarlo, fue un poquito hortera… Después de siete años, un tercero en discordia hizo que llegaran un nuevo divorcio y algún otro tira y afloja en los platós.

Y ese tercero en discordia ha sido, sin duda, el gran bombazo amoroso de Carmen Martínez Bordiú: Luis Miguel Rodríguez. La nietísima confesó a Bertín Osborne en ‘En tu casa o en la mía’ que, después de tantas bodas, divorcios, amantes y novios oficiales, la primera vez quese había enamorado de verdad había sido de vez a los 60 años. Ni más ni menos que de El Chatarrero. Y aquí otra vez nos viene la frase a la cabeza… ¡si Franco levantara la cabeza! Pero claro, no se dejen engañar por el apodo, porque Luismi no iba por las calles recogiendo somieres de la basura, es el millonario dueño de Desguaces La Torre, el mayor de toda Europa. La pareja compartió amor tres años, y rompió porque ella parece que vio unos mensajes poco adecuados en el móvil de él. El Chatarrero asegura que no hubo infidelidad, pero entendió que no le gustara…

Tras la ruptura, siguen manteniendo una excelente relación de amistad, y él se fue con Ágatha Ruiz de la Prada (también se acabó el amor) y ellá, con su siguiente y, de momento, última conquista:Tim McKeague, un ‘coach emocional’ australiano de la edad de su hija Cinthya (es decir, 34 años menor que ella) que Carmen Martínez-Bordiú conoció en la Costa Azul a través de un amigo común. Allí, durante el verano de 2017, la puso en forma (parece que en todos los aspectos) y lo suyo parece que continúa viento en popa tres años después. De hecho, hace meses que se mudaron a Sintra para vivir en el paraíso portugués alejada del foco mediático.

De momento, después de muchos hombres mayores que ella, parece que Carmen Martínez-Bordiú ha encontrado el amor definitivo en un ‘toy boy’. Eso sí, con ella nunca se sabe si habrá próximos episodios de ‘los amores de la nietísima‘. Así que, de momento, lo dejamos en un ‘continuará’…

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