Había mucha complicidad entre ellos, y el dolor desgarrado con el que se despidió de él, en la tristeza por no poder sentirse arropada por más gente, fue la última manifestación de la misma. Tamara Falcó tenía una relación muy especial con su padre, el marqués de Griñón, y ha quedado claro con la sorpresa que tenía preparada este en su testamento.
Tamara será la nueva marquesa de Griñón, cumpliendo con la última voluntad de Carlos Falcó. Las primeras especulaciones apuntaban a que sería su primogénito, Manolo (conócelo aquí), quien se llevaría ese título por el que ha sido conocido su padre, pero no. A Manolo, según recoge la revista ‘Hola’, le ha dejado en herencia otra distinción: marqués de Castel-Moncayo, título con Grandeza de España.
Para evitar problemas, Carlos lo dejó todo dispuesto y realizó la cesión en vida, tal y como han podido saber sus cinco hijos hace unos días, cuando asistieron a la lectura de esas últimas voluntades del marqués de Griñón, a quien doblegó el coronavirus el pasado 20 de marzo. Un trámite que cuenta ya con la aprobación del Rey para que todo vaya rodado y no dejar problemas a sus herederos.
Poco después de que comenzara a circular la información, en la tarde de ayer, era la propia Tamara quien hacía un guiño en las redes sociales, en un gesto por confirmar esta noticia que no puede provocarle sino un tremendo orgullo. Una manera de Falcó de demostrar, aún ya no estando, el tremendo cariño por quien siempre ha sido considerada por la prensa como el ojito derecho de su padre.
«Gracias papi por dejarme el legado más bonito que se le puede dejar a una hija: tu amor», se puede leer junto a una serie de imágenes en las que se ve a Tamara con un libro sobre vinos. Los mismos que llevan como nombre ese título que, ahora, le corresponde a ella. Si bien es cierto que se ha confirmado que Ester Doña seguirá siendo marquesa viuda de Griñón, a la vez.
El diario ‘ABC’ asegura que todos los hijos del marqués han quedado conformes con el reparto de una herencia que se ha realizado de manera equitativa, demostrando el amor que tenía por todos ellos. Una distribución de todos sus bienes y su patrimonio con el que ha manifestado su último gesto de nobleza.
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