Apenas ha comenzado el rodaje de la segunda temporada de And Just Like That, la secuela de la icónica Sex in the City, y ya podemos augurar que tal y como sucedió con la primera tanda de capítulos, el vestuario de sus protagonistas, con Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) a la cabeza, volverá a ser uno de los principales atractivos de la serie.
Si hace tan solo unos días la intérprete estadounidense situaba su nombre en los titulares de las revistas de moda gracias al bolso paloma más viral de JW Anderson, hoy vuelve a despertar el interés del público fashionista al lucir un favorecedor look monocromático en tono frambuesa.
Las imágenes que han visto la luz, y de las que pronto se ha hecho eco la propia protagonista en Instagram, nos han mostrado a Sarah Jessica Parker con un vestido fluido de corte midi, escote cruzado y manga ligeramente abullonada en atractivo color frambuesa. Un diseño al que ha sumado un cinturón a juego para lograr estilizar la silueta y al mismo tiempo un mayor movimiento en la falda.
Tanto las sofisticadas sandalias de tacón como el bolso de estilo saco con tachuelas que completaban el look de Sarah Jessica Parker mantenían la misma gama cromática, lo que conseguía un perfecto equilibrio en términos de estilo.
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La elección de la actriz, o lo que es lo mismo Carrie Bradshaw, si tenemos en cuenta que se trata de la grabación de los nuevos capítulos, no es algo casual, este tipo de estilismos monocolor han estado muy presentes en el street style internacional desde que diera comienzo el 2022. Sobre todo en este tipo de tonalidades más potentes y llamativas.
Se trata de un truco de estilo muy fácil de llevar a cabo y cuyos resultados siempre son efectivos. Es posible recurrir a un único color para toda la propuesta, jugar con diferentes tonalidades de una misma gama cromática o incluso, en el caso de las más atrevidas, apoyarse en un maquillaje que vaya a juego con el look, especialmente a través de eyeliner o sombras de ojos.
El poder de los looks de un solo tono a la hora de pisar el asfalto es innegable y la de Sarah Jessica Parker es la prueba que lo ejemplifica.
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