La juventud, ese momento vital entre la infancia y la edad adulta, empezó a considerarse como tal en la década de los 50. Fue entonces cuando surgió el rock’n’roll y con la música, una necesidad de diferenciarse por parte de los más jóvenes, que vistieron como sus ídolos durante décadas y de manera antagónica a sus padres.
Pero con la llegada de las nuevas generaciones, muchas cosas han cambiado. Ahora, los adolescentes han cambiado su manera de rebelarse: lo hacen exigiendo moda sostenible o luchando por sus derechos, pero su ira (si es que aun queda alguna) no va dirigida hacia sus familiares. Por eso, ya no resulta sorprendente ver a Kaia Gerber y a su madre Cindy Crawford saliendo a pasear por Nueva York con un estilismo similar, como si fuesen dos amigas; o a Lily-Rose Depp asistiendo a desfiles de alta costura junto a su madre, la también modelo, Vanessa Paradis.
Son dos ejemplos, pero no una excepción. Otras que también cumplen este patrón son Reese Witherspoon y Ava Phillippe; que siempre que sus agendas se lo permiten (suponemos que la de la actriz y productora estará algo más ocupada) pasan tiempo juntas y presumen de ello.
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Estos días, que han tenido tiempo para ellas, han querido celebrarlo vistiéndose a juego. "¡Noche de chicas con mi hija favorita! (Vale, es mi única hija pero aun así)", bromeó Witherspoon en su cuenta de Instagram.
En la foto, las dos aparecen con un estilismo similar e imbatible. Porque un little black dress (o en su defecto, un top de este color) nunca falla. Madre e hija, que llevan el mismo tono de rubio, pusieron el foco en los labios, rojos. Las joyas son lo que más las distingue. Una prueba más de que ya ninguna adolescente quiere diferenciarse de su madre; y mucho menos, si es Reese Witherspoon.
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