A pesar de su actitud despreocupada, Cara Delevingne es una mujer de negocios. La joven de 27 años acaba de coronarse como la supermodelo mejor pagada de Gran Bretaña en 2018.
Y aunque en la actualidad, las 10 maniquís mejor pagadas son estadounidenses o hispanoamericanas (y una neerlandesa, Doutzen Kroes), en la lista que publicó Forbes también hay dos británicas: Kate Moss y Rosie Huntington-Whiteley. La primera facturó 9 millones de libras; la segunda 8, pero Delevingne ha doblado las dos marcas con una cifra de 21 millones y medio de libras.
Pero, ¿qué ha hecho Delevingne para superar a la mismísima Kate Moss? Principalmente, dedicarse a varias cosas. La modelo, además de trabajar como actriz (acaba de estrenar Carnival Row, junto a Orlando Bloom), tiene su propia compañía, Cara & Co; pero no es esta su única faceta como empresaria: también ejerce como directora para Harvey White Properties Ltd, que pertenece a su padre.
Es la misma estrategia que llevan a cabo actores como Dwayne ‘The Rock’ Johnson, que fue nombrado el actor mejor pagado de la historia; gracias a su política de royalties y otros negocios. Y casualmente, los dos acaban de casarse.
En cualquier caso, Delevingne le contó a RuPaul en el podcast What’s The Tee? que nunca ha relacionado el dinero con la felicidad. “Claro que he tenido una infancia privilegiada, en el sentido de que pude viajar y crecer en Londres, que fue increíble para mí”, empezó la celebridad. “Tengo una familia maravillosa y mi padre, que no creció teniendo dinero, es muy ambicioso y se propuso cuidar de su familia y de todos nosotros”, añadió.
Aun así, el haber pasado su infancia en un entorno como el suyo, le hizo entender que lo material no sustituía ciertas emociones. “Me di cuenta de que el dinero no lo es todo. Hay un momento en el que piensas, ‘Vale, he hecho mucho dinero, pero me siento muy infeliz y súper sola’”, le confesó a RuPaul la modelo, empresaria y actriz.
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