Penélope Cruz se ha convertido en una de las protagonistas de la 67 edición del Festival de San Sebastián, después de haber recibido uno de los tres premios Donostia. La actriz recibió este galardón de manos de su amigo Bono, vocalista del grupo U2, que se arrodilló ante ella.
La oscarizada intérprete ha conseguido uno de los premios más importantes otorgados en el mundo del cine y además, es la imagen del cartel oficial de este año. Al recoger el galardón no ha podido evitar derramar algunas lágrimas al dedicar unas emotivas palabras a sus seres queridos.
«Siempre fui una gran soñadora. Han pasado muchos años desde que esa niña se preguntaba si los sueños se iban a cumplir», comenzaba diciendo. Sus primeros agradecimientos fueron dirigidos hacia sus padres «por su amor, su apoyo». «Gracias papá, allá donde esté», ha declarado mirando al cielo.
«Le dedico este premio a mis dos sueños, mis hijos. Y a mi marido Javier, el compañero de viaje más maravilloso que se puede tener. Y sí, él también estaba en mis sueños», le ha dicho a su marido, Javier Bardem, que le respondía con una mirada cómplice desde la grada.
Y, por supuesto, no ha querido dejar pasar la oportunidad de mostrar su parte más reivindicativa. «A las actrices nos preguntan constantemente si creemos que la situación para la mujer, en términos de igualdad, está mejorando. Yo solo puedo contestar que en lo que llevamos de año ya son 44 mujeres asesinadas por violencia de género y que desde el año 2003 son más de 1000. ¿Cuántas serán en el mundo?», ha afirmado, provocando la ovación del público.
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