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‘Supervivientes’ es, probablemente, el reality más duro de la televisión, y si no que se lo digan a Melyssa Pinto, que después de sufrir lo indecible para llegar a la final durante más de 100 días, la vuelta no ha sido mucho mejor, porque los problemas de salud y sus costumbres se han visto alteradas hasta tal punto que está necesitando ayuda. Ha sido en su canal de MTMad donde Melyssa ha querido dejar claro que ella está muy bien, y que incluso ha recuperado los casi 5 kilos que perdió en el programa, pero ahora arrastra otro tipo de problemas que le va a costar algo más superar.
Como muchas otras mujeres ex supervivientes han contado, como Violeta Mangriñán, la menstruación ha sido la gran ausente en los últimos tiempos: «He estado los 4 meses de ‘Supervivientes’ sin regla, pero me ha venido, por fin, hace dos semanas, y menos mal, porque no tenerla también tiene sus efectos sobre el cuerpo«, ha reconocido, como también ha revelado que está teniendo un problema con la comida: mucha le está sentando mal al haber acostumbrado a su cuerpo a comer pescado, arroz y cocos, pero poco a poco está volviendo a la normalidad, no sin ‘inconvenientes’: «Ahora me ha dado por comer unas galletas rellenas de cacao. He creado como una obsesión con el dulce. Y otra cosa que ya nos avisaron los médicos es que, al volver a comer normal, se nos hincharía unos días la tripa… son gases«.
Se ha ‘asalvajado’
Cien días es más que suficiente para acostumbrar al cuerpo a nuevas rutinas, y el cambio a la civilización está costando demasiado: «Me ha costado retomar mi vida, porque en Supervivientes lo único que teníamos que hacer -aunque era mucho dadas las circunstancias- era pescar, hacer fuego, coger leña… y la vida ‘normal’ es bastante estresante. Me he acostumbrado a no usar el teléfono, a hablar sólo con la gente que estaba a mi alrededor y ahora es hablar con amigos, familia, quedar con unos, con otros, trabajo… se acumula un poco y agobia. Necesito mi espacio«.
Sin embargo, eso no es lo peor: «Voy por la calle y a lo mejor me apetece tumbarme en el suelo, y no puede ser, porque esto no es ‘Supervivientes’. Aún así, un día con mis amigas en el paseo marítimo lo hice. Menos mal que no había mucha gente, porque quien me viera pensaría que estoy loca. Pero lo necesitaba, y estuve 5 minutos«, ha reconocido, llegando a pensarse el hacer sus necesidades en la calle como si estuviera aún en la isla: «Ahora veo normal el tener ganas de hacer pis por la calle y bajarme los pantalones a hacerlo. No lo he hecho, pero muchas veces me han entrado ganas y lo he pensado, pero me he tenido que parar a reflexionar y decir ‘no, Melyssa, esto no se hace. No eres un simio’«. ha contado entre divertida y avergonzada. Tranquila, Melyssa, ¡todo volverá a la normalidad antes o después!
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