Fue uno de sus mayores éxitos, ‘Arma letal’ terminó de convertirle en una gran estrella en 1987. Luego vinieron tres secuelas y ahora hemos sabido que habrá una quinta parte. Los protagonistas, Mel Gibson y Danny Glover, estarán en ella, según ‘The Hollywood Reporter’.
Aunque Gibson ha hecho muchas otras cosas. Le conocimos como Mad Max con 23 años y acabó dirigiendo y protagonizando ‘Braveheart’, por la que ganó cinco Oscar. También dirigió ‘La Pasión de Cristo’, con la que consiguió más de 600 millones de dólares, a pesar de que la rodó en arameo, hebreo y latín.
Hasta que todo estalló. El 28 de julio de 2006, la policía detuvo su coche. El actor estaba borracho y dijo algo que resultó profético: «Mi vida se ha acabado. Estoy jodido. Robyn me va a dejar». Mucho peor fue lo que vino después: «Los judíos son responsables de todas las guerras, ¿tú eres judío?», preguntó a uno de los agentes. No fue mejor lo que dijo a la otra policía: «¿Qué estás mirando, tetas de azúcar?». Terminó la noche en comisaría.
Las acusaciones de antisemitismo que surgieron por La Pasión de Cristo se confirmaron de golpe, aunque pidió perdón y habló de su batalla contra el alcoholismo. Padece además un trastorno bipolar.
Se recordaron entonces también la declaraciones homófobas que hizo a ‘El País’ en 1991: «¿Quién va a pensar que con esta pinta soy gay? Yo no me presto a ese tipo de confusiones. ¿Sueno como un homosexual? ¿Hablo como ellos? ¿Me muevo como ellos?». Y luego hizo un comentario sobre su trasero.
Su matrimonio con Robyn Moore saltó por los aires después de la detención, tras de 26 años casados y siete hijos. El proceso fue largo y costosísimo. Dicen que se trató del divorcio más caro de Hollywood: la mitad de su fortuna —425 millones de dólares— fueron para su ex.
Entre medias, y mientras negociaban, Gibson empezó una turbulenta relación con la pianista rusa Oksana Grigorieva. Tuvieron una hija y se produjeron distintos incidentes violentos. La Justicia dictó una orden de alejamiento contra él y se filtraron unas grabaciones en las que, entre amenazas y todo tipo de insultos, el actor decía: «Si te viola un grupo de negratas será tu culpa». El mismo día que se conoció el audio, su representante dejó de trabajar con él.
Después de todos estos escándalos, y cuando se había convertido en un auténtico apestado, hubo una persona que acudió a su rescate, una gran amiga y paradójicamente lesbiana: Jodie Foster. Ella le contrató para que protagonizara El castor y él estuvo a su lado cuando la actriz salió del armario. «Beso el suelo que ella pisa», aseguró entonces.
Su reconciliación definitiva con Hollywood ocurrió en 2016, cuando su película ‘Hasta el último hombre’ fue nominada a seis Oscar, entre ellos el de mejor director, y consiguió dos. También en el plano sentimental parece estar más tranquilo: desde hace seis años mantiene una relación con Rosalind Ross, con la que tiene un hijo.
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