Cuando conocimos a Marta Peñate en aquella edición de ‘GH’ que terminó ganando Sofía Suescun, ya estaba con Lester. La canaria y su chico llegaban a ‘La isla de las tentaciones’ con una relación de once años llenos de altibajos y con los celos planeando sobre sus cabezas, como una constante que no se ha separado de ellos desde que comenzaron a salir.
Lo hemos comprobado. Y a ella le ha dado para realizar una confesión que no sabemos si permitirá que sigan adelante y terminen por materializar esos planes de boda que tienen en mente, justamente, desde que ella estaba en la casa de Guadalix de la Sierra (ya llovió desde entonces…).
Durante la hoguera, Marta explicaba lo mal que le había sentado que su chico hubiese elegido como tentadora a Elisa, con quien ella había tenido un problema previo. Así que, que la cambiara por Andrea para esa primera cita, de primeras, no le parecía mal. Pero la tormenta aún tenía que desatarse.
Porque las imágenes que veía de esa cita, no le hacían nada de gracia a Peñate: «Le doy las gracias por cambiar la cita porque me parecía falta de respeto la cita con Elisa. Pero me da todo igual porque él también va a ver imágenes. Aquí que cada cerdo sujete su bellota». Y añadía: «Que se lo pase bien, muy bien porque yo también me lo voy a pasar bien. Verás qué fiestuqui vamos a tener aquí».
Hace tiempo que no me hace feliz»
Además, escuchaba cómo le decía a Andrea que habían llegado al punto de volar hasta el ‘reality’ por ella. Muy molesta, le explicaba a Sandra Barneda, presentadora del espacio: «Mira Sandra, estamos aquí porque él me ha engañado mil veces. No estamos aquí por mí. Que se olvide. Estamos aquí por él».
A partir de ahí, todo iba a peor, porque ver a Lester metido en la cama con Andrea haciéndose confesiones, le dolía en el alma. «Son sus gestos, su todo… Me molesta que se autoengañe», comenzaba entre sollozos ese desahogo: «Hace tiempo que no me hace feliz, hace mucho tiempo que él no me hace feliz»
«¿Cómo puedo estar enamorada de alguien que me hace daño? Le tengo cariño, amor, le quiero. Claro que estoy enamorada de él. Pero se me está quitando todo. Son once años de mi vida por favor», se lamentaba antes de asegurar que, a partir de ahora, no piensa frenar sus impulsos.
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