Aunque en la vida real recordaremos 2020 como el año del coronavirus, nuestra frívola existencia viral no se va a olvidar de los asombrosos momentos de diversión que nos ha deparado el romance estrella del año. Nos referimos, claro, al enamoramiento en directo deEnrique Ponce y Ana Soria, una relación que pudimos disfrutar enormemente a través de las pantallas, con momentos más asombrosos que los fenómenos paranormales. Contemplar cómo todo un señor torero se convierte en cantante, imitador de Michael Jackson, influencer y hasta ‘tiktoker’ no tiene precio, y menos en un año de pandemia. Que viva el amor.
https://www.instagram.com/p/CCirjJNoOUr/
Una publicación compartida de Ponte al día (@pontaldia)
Primeros arrumacos
Desde el minuto cero, Enrique Ponce y Ana Soria nos dejaron claro que el suyo iba a ser un romance amartelado, besucón, pegajoso. Comprensible en ella, una veinteañera que vive su primer gran amor. Justificado en él, pues probablemente no pudo experimentar esta chispa juvenil en su propia juventud, dedicada en cuerpo y alma al toreo y, enseguida, a un matrimonio más que tradicional.
https://www.instagram.com/p/CDJ8oaSI2xr/
Una publicación compartida de Ponte al día (@pontaldia)
La pandilla
La inmersión en la experiencia juvenil tuvo uno de sus momentos álgidos en una noche de copas que terminó en ‘after’ en una terraza de piso compartido en Almería. Con la pandilla de ella, claro. El típico error, porque mientras unos estaban por la juerga y el baile, la parejitas no podían quitarse las manos de encima. Tipo «que alguien les pida una habitación».
https://www.instagram.com/p/CDTwVQCJ6s3/
Una publicación compartida de Ana (@anasoria.7)
Primera vez en la plaza
No nos esperábamos este momento ‘Titanic’ con el albero de fondo. Nos equivocamos las que pensamos que Enrique Ponce trataría de llevar su romance ‘teen’ con discreción frente al exigente público taurino. No calculó para nada el posible rechazo de los fans tradicionalistas y ha convertido sus corridas en una declaración de amor: hasta ha dibujado la inicial de su novia con el pie en la arena de la plaza.
https://www.instagram.com/p/CCdlJHLDiyO/
Una (@la_drama_queen)
El Michael Jackson
Asombro infinito: nadie pudo prever que la veta artista de Enrique Ponce iba a florecer en el arte coreográfico. Su contribución a la danza es profundamente contemporánea: el torero ha sabido unir la inspiración de Chiquitistán con los pasos de Michael Jackson. De hecho, este exaltación del ‘break dance’ cañí se ha convertido en una de sus señas de identidad, después del traje de torero.
https://www.instagram.com/p/CEFAIDyqVk6/
Una publicación compartida de revista (@presheart)
En el microyate
Este vídeo entró muy fuerte en la lista de los 10 clips que dan más grima de 2020, pero no por sus protagonistas, sino por los personajes que parecen estar interpretando. No funcionan nada de nada. De hecho, no sabemos muy bien a dónde van las miradas de Enrique y Ana ni lo que pretenden expresar. Tampoco ayuda que el barco sea tan pequeño: como no han podido abrir el plano, da la impresión de que los tenemos demasiado cerca toqueteándose.
https://www.instagram.com/p/B-3BL3wDVN6/
Una publicación compartida de Lm Monica (@monica_lm_lm)
Sobremesa con Luis MIguel
Otro momento en el que deslumbra la vena artística de Enrique Ponce. Tanto impacta su entrega a la canción, que el gran divo Luis Miguel se muere de la misma risa. Atención, porque José María Cano, compositor de Mecano, es el tercero en concordia. ¿Le habrá compuesto alguna canción al torero?
https://www.instagram.com/p/CGavFDxKt7x/
Una publicación compartida de Ana (@anasoria.7)
Tiktokeros
Una pica en el Flandes de la mutación juvenil de Enrique Ponce: su primer vídeo tiktokero. Se nota la mano ‘fashionista’ de Ana Soria, cuya carrera como influencer no termina de despegar probablemente porque le interesa menos que su carrera de Derecho o la decoración de su nuevo ático en Almería. La verdad es que este es uno de los pocos contenidos virales protagonizados por la pareja que no dan ganas de borrarse de las redes sociales.
https://www.instagram.com/p/CHlddfkq3xj/
Una (@semana_revista)
Cantando con perros
La dedicación a la canción ligera de Enrique Ponce progresa adecuadamente, como demuestran sus últimas publicaciones. Su capacidad interpretativa no tiene límites: bastan sus pequeñas mascotas para que salga a relucir todo el sentimiento y el carisma que el torero lleva dentro.
Una publicación compartida de revista (@presheart)
Primer videoclip
Enrique Ponce y Ana Soria quisieron confirmar por enésima vez su amor al mundo con esta cuidada edición de sus mejores momentos juntos. Sospechamos que puede tratarse también de un ensayo para el primer videoclip del anunciado primer disco del diestro: ¿por qué no habrán utilizado una canción de Enrique en vez de esta del Arrebato?
Una @reinapop_)
El primer susto
Es la clásica escena repetida una y otra vez: mientras el torero se enfrenta al peligro en la arena, su amor sufre en el tendido. Ana Soria no sabe dónde mirar durante un lacen que por poco acaba con Enrique Ponce herido por asta de toro. Aquí es donde el viaje al pasado del diestro queda fuliminado por la cruda realidad: ni tiene 20 años ni vive en una nube de expectativas de algodón. Su trabajo implica la muerte. ¿Lo dejará, por amor, en 2021?
Fuente: Leer Artículo Completo