La combinación perfecta entre tradición, realeza, glamour y extravagancia. Así podríamos definir la popular cita que cada año marca el pistoletazo de salida a los eventos sociales de la élite británica en la temporada estival: las carreras de Ascot. Más allá de una competición de hípica de renombre internacional, este espectáculo con más de tres siglos de historia -el hipódromo Royal Ascot, ubicado en el condado de Berkshire, fue inaugurado en 1711 por la reina Ana de Inglaterra-, se ha convertido en uno de los más esperados por la alta sociedad británica en general y la Familia Real en particular.
Son cifras estratosféricas las que pueden moverse dentro de este hipódromo cercano a Windsor en el mes de junio, concretamente a partir de la segunda semana, fecha establecida para su celebración, tanto a nivel de premios, de carruajes, helicópteros o público. Aunque en esta última edición la compleja situación sanitaria en relación a la Covid-19 no ha hecho posible la puesta en marcha de este tipo de aglomeraciones multitudinarias.
Todo ello ha llevado a situar este prestigioso evento, en estos 310 años, en uno de los más importantes para los amantes de los caballos, solo los mejores acuden a la cita. Pero también en la mejor pasarela de moda. Bajo un exigente dress-code, las invitadas aprovechan esta cita para dar rienda suelta a su creatividad con el que se ya es el complemento indispensable: el sombrero. Son este tipo de accesorios, donde también añadiríamos pamelas y tocados, los que adquieren el gran protagonismo entre los looks de la nobleza, la high class británica o las celebrities que allí se dan cita.
Son muchos los atuendos que por allí han pasado que han quedado para siempre en la retina de quienes no pierden detalle de la competición desde hace décadas. En su mayoría, pertenecientes a miembros de la realeza británica. Si en la actualidad es Kate Middleton quien centra la atención de los flashes, durante un tiempo compitiendo con Meghan Markle, hace décadas era otra de las royals más queridas quien se llevaba el protagonismo. Hablamos de Lady Di.
Al igual que sucedió con otras citas y en definitiva en cualquiera de sus apariciones públicas, la que fuera bautizada como Princesa del Pueblo lograba dejar huella con sus elecciones. Como bien reflejan las tendencias de hoy en día, Diana de Gales era una adelantada a su tiempo y sus propuestas en materia de tocados no eran una excepción. En atractivas tonalidades, de ala rígida, combinando estampados, con rejilla, detalles de flecos… Lady Di no tuvo miedo a plasmar, siempre bajo el protocolo establecido, su personalidad en el hipódromo más importante de Reino Unido. Un aspecto que hizo de sus propuestas inspiración para quienes años más tardes contaban con la invitación para acudir al evento.
Ahora, con la celebración de Ascot en este 2021 en el punto de mira, aunque con las restricciones vigentes por el coronavirus y notables ausencias, ponemos el foco en los mejores looks de Diana de Gales a lo largo de sus visitas al hipódromo británico.
Lady Di sabía que en esta cita la extravagancia y la creatividad eran indispensables, y así lo plasmaba en sus looks.
El rojo y el morado como protagonistas, dos de los colores infalibles para Diana.
Y Diana de Gales arriesgó con este look, pero logró salir airosa.
Este total look, de Catherine Walker, es posiblemente uno de sus atuendos más recordados de la cita hípica.
Fue una de sus propuestas más sorprendentes. Firmado por Philip Somerville este sombrero combinaba con un atractivo turbante azul.
Con estampado de lunares, otra de sus grandes apuestas.
Una de sus opciones menos arriesgadas pero igual de efectivas fue este sombrero de Philip Somerville.
Con el blanco y negro como protagonista.
Un sombrero de gran tamaño, con lazada en la parte posterior, y en atractivo tono azul a conjunto con sus zapatos.
De un tamaño mayor a sus propuestas anteriores.
Los sombreros de inspiración cowboy también fueron algunos de los más repetidos por la royal.
Diana no tenía miedo a apostar por tocados con varios colores o con estampados llamativos como esta elección en 1986.
En tonos nude y con detalle de lazo, una apuesta muy elegante.
Con una versión clásica de un tamaño menor a lo que llevaría años más tarde.
Bermudas, chaleco, manga de plumeti con estampado de rayas y gran lazada lateral fue la elección de Lady Di para una de las jornadas de la cita en 1981.
Una de sus apuestas más sencillas, con detalle de plumeti como añadido.
Sombrero de ala corta con detalle de flor en naranja a juego con el estilismo.
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