Unos prenden fuego a sus retratos y otros piden retirarlos de las sedes institucionales. Mientras todo esto sucede, Jaime de Marichalar se mantiene leal a don Juan Carlos en las que son sus horas más bajas, y los amigos que estos días le contactan a través de WhatsApp se encuentran con que Marichalar tiene puesta una foto de su exsuegro en su perfil. Esta semana, por otro lado, el exmarido de la infanta Elena decidió ir más lejos y romper el silencio que siempre le ha caracterizado para verbalizar su apoyo al rey emérito, cada vez más cuestionado por el presunto cobro de comisiones ilegales.
En un escrito filtrado por LOC (El Mundo), Marichalar defiende a don Juan Carlos por el papel que desempeñó en la Transición y cuestiona a quienes callan mientras se pide que sea expulsado del palacio de la Zarzuela. “¿De verdad que el único que va a salir en su defensa es Felipe González? ¿Dónde están todos los empresarios que tanto se han beneficiado de su diplomacia? ¿Y los políticos que tanto querían hacerse la foto con él? ¿Y todos esos periodistas que decían que era el mejor rey que habíamos tenido?”, pregunta el escrito del exduque de Lugo, encabezado con la frase “Yo estoy con Su Majestad el rey Juan Carlos I”. “Si crees como yo, que Juan Carlos I fue, con sus luces y sus sombras, un gran rey, publícalo”.
En realidad, no es la primera vez que Jaime de Marichalar sale en defensa de su exsuegro desde que se separó de la infanta Elena. Hace tres años, coincidiendo con la publicación de una grabación de 1990 en la que don Juan Carlos reconocía su amor por Marta Gayá, Marichalar aprovechó un encuentro con periodistas celebrado por la Fundación Loewe en el hotel Palace de Madrid para defender al rey emérito de quienes le cuestionaban por sus infidelidades. "No entiendo este ataque injustificado e injusto hacia la Corona. ¿Cómo se puede hacer esto? ¿A quién le interesa si ha tenido amistades o no el rey? Me parece inadmisible y todo esto empaña la imagen de España. ¿Qué está pasando? Solo suceden estas cosas en las películas donde aparecen repúblicas bananeras. La imagen del rey fuera de España es impecable y aquí se la quieren cargar. No lo entiendo", afirmaba en unas declaraciones recogidas por Vanitatis.
A Jaime de Marichalar la lealtad al rey le vino antes de cuna que de su matrimonio con la infanta Elena. Su padre, Amalio de Marichalar, fue el séptimo conde de Ripalda, un título creado por el rey Felipe V a favor de uno de sus antepasados que ha heredado el hermano mayor de Jaime, Amalio Joaquín, mientras que su abuelo, Luis de Marichalar y Monreal, fue vizconde de Eza y ministro de Guerra y de Fomento durante el reinado de Alfonso XIII. Natural, por tanto, que de niño a Jaime de Marichalar se le inculcara el respeto a la monarquía, y lo mismo puede decirse de sus hermanos: la semana pasada, dos de ellos, Ignacio y Amalio de Marichalar, no dudaron en salir al paso de don Felipe y doña Letizia en las calles de Soria para recibirles con una gran pancarta en la que se leía “Viva el Rey”.
La defensa que hace Jaime de Marichalar en su escrito, no obstante, va más allá de la mera institución monárquica y se refiere a la persona concreta de don Juan Carlos, a quien su exyerno dice apoyar con sus “luces y sombras”. Da la impresión, por tanto, de que la relación del exduque con el que fuera su suegro sigue siendo buena a pesar del inexistente contacto que, según se ha dicho siempre, mantiene con la infanta Elena desde que en 2007 anunciaron aquel “cese temporal de la convivencia”. De hecho, Marichalar tiene amigos en común con el rey emérito como el cardiólogo Valentín Fuster, que trató al primero su ictus en Nueva York por recomendación de Juan Carlos I, también paciente suyo, y mantiene buena relación con los que fueran jefes de la Casa del Rey, Rafael Spottorno y Fernando Almansa, con quienes en 2014 Marichalar coincidió en la boda de la hija del empresario Juan Palacios.
Don Juan Carlos, por otro lado, parece corresponder a su exyerno. En 2016, trascendió a los medios de comunicación que el rey le había llamado para invitarle personalmente al almuerzo que le organizó a su nieto mayor, Felipe Juan Froilán, con motivo de su mayoría de edad. El hijo mayor de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ya se sabe, es el ojito derecho de su abuelo y ha heredado aficiones suyas como la caza o la tauromaquia, hobbies que también comparte con el rey emérito el exduque de Lugo.
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