El nombre de Keleigh Thomas Morgan está ligado al de Meghan Markle desde 2011, cuando la actriz empezó el rodaje de Suits, la serie con la que se dio conocer y la que aún rodaba cuando conoció al príncipe Harry. Thomas era entonces socia de la firma Sunshine Sachs, especializada en representar y velar por la imagen de artistas, sobre todo de Hollywood. En sus manos han actores como Leonardo di Caprio, Natalie Portman o Jennifer López, pero su papel nunca se ha limitado al de ser mero enlace con periodistas y medios de comunicación.
Su habilidad para tratar con la prensa fue uno de los motivos para contratarla cuando el matrimonio decidió abandonar la familia real y hacer una vida por su cuenta. Otro es su red de contactos, que va más allá del mundo del cine. Y otro, la mano dura que tiene con la prensa, pero también con sus representados a quienes canta las cuarenta, por su bien, siempre que es necesario. Meghan y Harry incluidos.
Lidiar con Ricky Gervais
Esa firmeza la demostró la publicista en 2012, cuando entre los trabajos que desempeñaba en nombre de su agencia, Sunrise Sachs, estaba el de ejercer de portavoz de las Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood. La entidad estaba presidida entonces por la periodista de egipcia Takla O’Reilly, que se encontraba entonces –como casi siempre– en medio de múltiples polémicas. Entre ellas, la de haber contratado tres veces consecutivas a Ricky Gervais para presentar las ceremonias de los Globos de Oro a pesar de las quejas de la industria del cine y de una parte no pequeña de la prensa.
También se acusaba a la organización de O’Reilly de aceptar regalos para beneficiar a unas películas sobre otras a lo que ella contestó diciendo que daría una entrevista para contestar a todo. Temiendo su exceso de desparpajo, y para evitar males mayores, Thomas Morgan fue la encargada de frenarla y llamar al orden a la veterana periodista. Y lo hizo, además, públicamente: "Es una persona de 82 años que está inmersa en un proceso legal", dijo la portavoz impidiendo esa entrevista y dejando fuera de combate a la indomable O’Reilly.
Firme también con Meghan
Esa entereza para poner a sus representados los pies en la tierra es lo que hace también con Markle, según comentó una fuente próxima a las dos mujeresa la revista Tatler: "La ayuda a mirar de frente a la realidad". Por eso, cuando los duques anunciaron el pasado mes de julio que disolvían la Fundación Sussex, todos las miradas se dirigieron a Thomas Morgan. La fundación, con la que pretendían llevar a cabo todo tipo de proyectos–editoriales, de moda, de ecología, de educación…– no llevaba ni un año funcionando, se había invertido mucho dinero en contratar a un equipo potente –formado al 100% por mujeres– pero no tenía un plan para financiarse. Según la biografía que acaba de salir al mercado, Finding Freedom, Thomas les habría parado los pies y les habría recomendado parar antes de que fuera demasiado tarde.
Y sabe de lo que habla. La estaodunidense trabajó en el pasado con el cantante de góspel Tyler Perry. Con él aparece en las hemerotecas de 2015, cuando el artista anunció la donación de 200.000 dólares para construir unas viviendas donde alojar a niños negros de Zimbabue que habían sido mutilados por ser albinos. No es la única experiencia que tiene en el ámbito de los derechos humanos y civiles: su agenda de contactos en ese aspecto también está cotizadísima, otro motivo por el que Megahn y Harry, muy involucrados en distintas causas –ella se declara feminista, los dos han iniciado campañas contra el racismo y a favor de modos de vida más sostenibles– la habrían elegido para dirigir su nueva vida.
Porque la tarea de Thomas va más allá de cuidar de la imagen pública de la pareja. También mira por sus negocios: prueba de ellos es que fue ella quien guió y asesoró a Meghan cuando fue la editora invitada de Vogue UK, tal como se puede leer en Finding Freedom, donde también se desvela que fue ella quien orientó al hijo pequeño de Lady Di en su nuevo horizonte laboral: Thomas está detrás de Travalyst, la agencia de viajes sostenibles creada por el príncipe Harry.
Contra la prensa
Esa firmeza con sus clientes se vuelve fiereza con los enemigos. No hay más que ver la fama que tiene su empresa con los periodistas para entender el papel que está jugando Thomas en el caso que Meghan tiene abierto contra los tabloides británicos. "Stalkerazzi": con esa palabra, una combinación entre "acosador" y "paparazzi", es como se refiere a los periodistas el personal de la agencia que representa a los duques de Sussex.
El contrato con esa empresa, Sunshine Sachs, se firmó en verano de 2019, cuando Meghan viajó a EEUU después de que se supiera que la pareja abandonaba la Casa Real y se habló de que pretendían crear una "rama americana" de su fundación. Fue cuando el nombre de Thomas volvió a la vida de Markle, aunque en realidad nunca se había ido: fue una de sus invitadas a la boda con el príncipie Harry.
Con su nombramiento, anunciado sin avisar ni consultar a Isabel II ni al personal de la casa real británica, los padres de Archie se deshacían de Samantha Cohen, la ex secretaria de la reina que les había sido asignada para ayudarlos y que era conocida en el palacio de Buckingham como "La Pantera".
Tras su marcha, pusieron al frente de la comunicación de los duques de Sussex a Fiona Mcilwham, ex embajadora de Reino Unido en Albania. Pero la estrategia, no sólo a nivel público, sino también privado y de negocios, la lleva Keleighn Thomas quien, como buena asesora, se mueve bien en la sombra y por eso se conocen pocos detalles incluso de su propia vida. Uno es que fue presentadora de Deal or no deal, un programa de la televisión de EEUU parecido a El precio justo. Otro es que está casada con el inversor Michael Morgan. Lo que se conoce mejor es su trabajo de publicistas con una lista de estrellas que también incluye a Justin Timberlake, una experiencia con la que está construyendo un futuro de los duques de Sussex más al estilo de Hollywood que al del Palacio de Buckingham.
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