El Trooping the Colour se celebra desde 1820, un desfile en el que Isabel II y demás miembros de la familia real británica saludan desde el balcón del palacio de Buckingham después de presenciar el desfile que tiene lugar el segundo sábado de junio, con espectáculos de colores que crean los aviones militares.
Pero este año, no va a ser fácil para la reina, porque además del ‘Sussexit’,tendrá que renunciar a la presencia de su hijo favorito, el príncipe Andrés de York. Desde que se filtró su relación con el magnate Jeffrey Epstein, acusado de acoso a menores, el royal se ha visto obligado a renunciar a su papel en la familia real británica.
Aun así, Isabel II le dio un trato especial, y horas después de su renuncia, salió a montar a caballo con él. Pero una cosa es el amor de madre y otra los compromisos oficiales.
Y esta vez la reina no ha podido incluir a su hijo en el evento militar, en donde siempre había desfilado a lomos de caballo junto a sus hermanos, el príncipe Carlos y la princesa Ana, como coronel de los Guardias Granaderos.
Además, de ser así, el príncipe tampoco estaría en las celebraciones oficiales que conmemorarán el cumpleaños de su madre.
En cualquier caso, lo mejor para todos es que el príncipe se aleje (al menos, a ojos de los medios) del ejército británico, que ha pedido que le sean confiscados sus títulos. En donde sí estará el príncipe es en la boda de su hija, la princesa Beatriz de York, que se casará con el empresario Edoardo Mapelli Mozzi el próximo 29 de mayo.
La ceremonia tendrá lugar en la capilla real del palacio de Saint James, en donde lo más probable es que lleve a su hija al altar en este día tan importante, a pesar del qué dirán.
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