Karlos Arguiñano, a pesar de ser un rostro sin el que no se entendería esa fusión entre cocina y tele en nuestro país, concede muy pocas entrevistas en la pequeña pantalla. Este jueves, apenas un par de días después de aparecer en ‘El Intermedio’ entrevistado por Thais Villas, se sentaba en ‘El Hormiguero’. Un hábitat que le es muy cómodo y donde nunca defrauda por la complicidad que tiene con Pablo Motos.
El chef explicaba qué es lo que peor lleva de la pandemia. Cuál es ese escenario que le tiene el corazón desgarrado. Como para millones de personas en el mundo, es el contacto físico con los suyos lo que le está llevando casi a enloquecer. En su caso, el no poder abrazarse a los más pequeño de la familia.
«Estamos atravesando un momento difícil… Yo tengo 11 nietos y, en nueves meses, no he abrazado a ninguno. Eso es lo que más duro se me está haciendo», decía con pena y sin poder evitar emocionarse, aguantando unas lágrimas que, ahora que solo se nos ven los ojos como medio de expresión facial, son aún más detectables.
Hace un par de días, en esa entrevista con Thais, revelaba una frase que marcó su futuro. Unas palabras que rescataba Pablo en esa entrevista. De pequeño, Karlos no era buen estudiante, y sus padres le dijeron, sin ningún tipo de contemplaciones: «Tú nunca serás nada«. Eso le tocó en el orgullo hasta el punto de fijarse como meta en la vida ser algo. ¿A alguien le cabe duda de que lo consiguió?
Esas palabras la llevó clavadas en el corazón y le «dolieron un montón«, aunque reconocía que su comportamiento no siempre fue el mejor: «Estaba siempre castigado. En Semana Santa, en Navidad, verano… Sacaba muy malas notas y no me daban buen trato».
Fuente: Leer Artículo Completo