La ciudad de Nueva York está siendo el foco de atención esta semana Políticos, presidentes de Estado e incluso miembros de la realeza se han reunido para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas. Si estos últimos días la reina Máxima de Holanda ha acaparado los titulares con sus maravillosos looks, ahora ha sido su cuñada, la princesa Mabel, quien se ha convertido en la protagonista del día. Y con razón.
Desde que Mabel perdió a su marido, el príncipe Friso de Orange-Nassau, en el verano de 2013, sus apariciones en público empezaron a disminuir, y su estilo perdió color y variedad. Su gran apoyo incondicional desde entonces han sido sus hijas adolescentes, la condesa Luana y la condesa Zaria, y su suegra, la reina emérita Beatriz de los Países Bajos, con la que ahora suele acudir a actos por causas benéficas.
Las malas lenguas aseguraban que la relación con los demás miembros de la familia real no era tan agradable como se intuía, y que los lazos que la unían con Máxima de Holanda se habían enfriado. Sin embargo, su inesperado y cariñoso encuentro a las puertas de la ONU hace unos días ha desmentido por completo dicha situación, dejándonos unas fotografías de lo más entrañables, donde se respira familiaridad y afecto.
No es la primera vez que Mabel decide asistir a dicho evento internacional –de hecho, fue becaria en las Naciones Unidas–. Fuera de la seriedad y el protocolo que aboga esta serie de reuniones organizadas durante la semana, la princesa de Orange-Nassau se ha dejado ver paseando por las calles de la Gran Manzana con un look que nos ha enamorado.
Si su cuñada Máxima no suele fijarse en las tendencias de la pasarela aunque casi siempre triunfa con sus estilismos, por su parte Mabel sí que apuesta por la moda del momento. Así lo ha demostrado con su último conjunto elegido para disfrutar de una mañana neoyorquina.
El outfit por el que ha optado ha sido un amplio y sencillo vestido fluido largo de algodón de un precioso color azul y mangas amplias, que todas podríamos tener en nuestro armario para estos días de entretiempo. Como buena turista y fan incondicional de la comodidad Mabel lo ha combinado con unas snekears blancas básicas firmadas por la marca vegana Veja y un shopper bag acolchado negro, dejando a un lado todo el protocolario y estricto vestuario de una Casa Real.
Su actual estilo desenfadado y casual en su vestuario aporta frescura y positividad a la época oscura que ha sufrido estos últimos años. Quizás la princesa Mabel ha optado por la industria de la moda para aportar de nuevo color a su vida, pero de lo que sí estamos seguros es que está disfrutando de este viaje oficial a Nueva York, entre reuniones en la Asamblea General de las Naciones Unidos, encuentros sorpresa con su familia y paseos por sus ajetreadas calles.
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