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Kiko Hernández se ha sincerado como nunca. El colaborador de Sálvame se sometió este viernes a una entrevista en el Deluxe que no ha dejado indiferente a nadie y es que, después de toda una vida manteniendo su vida privada bajo llave, se abrió por completo para confesar a sus compañeros todo sobre su historia de amor con Fran Antón. El colaborador de ‘Sálvame’ ha reconocido ante sus compañeros que el actor melillense es el amor de su vida y que se siente el hombre más afortunado del mundo.
Ante este cambio, el colaborador ha empezado la entrevista en el sillón del Deluxe nervioso reconociendo que no sabe cómo manejar «eso de hablar de su vida privada». Y es que ha dado un giro radical y no se ha guardado nada. El colaborador ha contado con todo lujo de detalles los planes de futuro de la pareja después de celebrar su boda.
Belén Esteban ha sido la encargada de preguntarle lo que todos esperaban saber: ¿tienen planes de ampliar la familia? «Sí, queremos ampliar la familia porque, aunque Fran siente que mis hijas también son suyas, es uno de sus sueños», reconocía el colaborador quien destacaba la buena relación entre el actor y sus hijas que se demostró en cómo fue la pedida de mano.
«Fue en Melilla, esas Navidades tan bonitas que pasamos», rememoraba Kiko quien confesaba que, tenía tan claro que quería casarse con él que le preguntó cuándo le iba a pedir matrimonio, «después de 500 veces ya, un día, a las 2 y media de la mañana, me lleva a la playa de Melilla y ya nos íbamos al hotel, yo veo que coge un altavoz, una caja y van mis hijas detrás. Se paró en la playa (…)y entonces mis hijas se quedan conmigo, él se va al fondo de una pasarela, pone la canción ‘historia de vida’ y me dice que me acerque, nos acercamos, y ahí me pidió matrimonio delante de las niñas».
Pero esta no fue la única pedida, puesto que Kiko quería también pedirle matrimonio a él y tras un intento fallido en su casa se lo pidió en el puente de Brookling donde eligieron la fecha: el 16 de septiembre.
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