Quedan pocos meses para que Katy Perry y Orlando Bloom se conviertan en padres de su primer hijo juntos. Un escenario que hace solo tres años la cantante no podía imaginar que acabara haciéndose realidad. Sobre todo después de lo mal que lo pasó después de su primera ruptura con el que ahora es su prometido, tal y como acaba de confesar en una entrevista en la que la cantante asegura que llegó a tocar fondo. Tanto que incluso pensó varias veces en quitarse la vida.
“Por aquel entonces mi carrera no paraba de ascender. Mi éxito subía y subía. Pero de pronto tuve este pequeño bache, posiblemente no tan grande visto desde fuera, que yo sentí como un seísmo. Porque yo lo había dado todo y aquella ruptura me partió por la mitad”, confesó Perry en CNN.
“Lo que ocurrió es que rompí con mi novio, que ahora es el futuro papá de mi hijo. Y aunque estaba muy emocionada porque el lanzamiento de mi nuevo disco había tenido éxito, esa validación no me hizo sentir bien como para olvidar lo que había ocurrido. Así que simplemente me caí”, reconoció.
“Pero la gratitud fue lo que me acabó salvando la vida. Si no la hubiera descubierto me habría revolcado en mi propia tristeza y probablemente habría saltado. Pero encontré la manera de estar agradecida por lo que tenía en mi vida. Aquella ruptura fue necesaria para que aprendiera que tengo que vivir como algo más que una estrella del pop sedienta de fama todo el tiempo”, explicó.
“Tener esperanza también me ayudó, que es algo que he desarrollado gracias a la relación que tengo con Dios. Si yo soy la única que puede controlar mi destino, por supuesto que voy a acabar estrellándome. Pero mi esperanza consiste en que sé que hay algo más grande que yo me ha creado por una razón y que por eso no soy desechable. Todos hemos sido creados con un propósito”,concluyó.
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