Ajenos a la crisis de imagen que atormenta a la Familia Real británica tras la polémica entrevista del Príncipe Andrés por el espinoso caso Epstein, los Duques de Cambridge han acaparado todas las miradas en la gala anual de la Royal Variety Performance en Londres, donde Kate Middleton ha paseado por la alfombra roja como una auténtica estrella con un nuevo vestido de Alexander McQueen.
De encaje negro, con una silueta de lo más favorecedora y el escote perfecto (corazón por delante, y redondeado y ligeramente pronunciado a la espalda) Kate Middleton ha vuelto a confiar en Sarah Burton (al frente de McQueen desde 2010 y artífice del vestido de novia de la Duquesa de Cambridge) para crear un impactante vestido de fiesta que le sentaba como un guante y con el que conseguía que todo el mundo volviera a hablar de su estilo y no de los escándalos familiares.
Kate Middleton, que ha combinado su favorecedor vestido de Sarah Burton para Alexander McQueen con clutch y zapatos de Jimmy Choo y joyas de Erdem, ha estado acompañada por el Príncipe Guillermo, y toman así el testigo de Harry y Meghan Markle, que fueron los encargados de acudir el año pasado, en nombre de la Reina Isabel II, a la grabación de este programa familiar de variedades que recauda fondos para la Royal Variety Charity.
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