Karol G. es un huracán en el escenario. Fuera de él, ahora Carolina Giraldo también. A sus 30 años, esta cantante colombiana sabe bien lo que es luchar con la opinión pública para hacer valer su talento por encima de otros aspectos superficiales. Defensora de la mujer, de la libertad de expresión y de los derechos universales, Karol G. cuenta con más de 47 millones de seguidores en sus redes sociales y cada uno de sus conciertos es un éxito rotundo. Ahora, la también empresaria ha firmado una alianza con Smirnoff para apoyar a largo plazo su alianza con la diversidad y la inclusión. Hablamos con ella sobre empoderamiento femenino, sobre el lado oscuro de la fama y de cómo ella se ha hecho fuerte y ha sabido disfrutar de su auténtico yo, al margen de las críticas y la presión mediática.
En el camino de empoderamiento de la mujer, ¿qué crees que nos queda por conseguir?
Siento que todavía hay muchas cosas por conseguir… Obviamente, seguimos en un mundo donde la mujer se limita, en cierta forma, por cómo debe expresarse, cómo debe verse o cómo debe hablar… Pero yo creo que la mujer, con el empoderamiento que está teniendo hoy en día, con esa fuerza, ese respeto propio y ese orgullo que siente por ella misma, lo va a lograr. Yo creo que nosotras, como mujeres, vamos a lograr ser aceptadas y vistas de forma igualitaria en cuanto a cómo hablamos, cómo vestimos y cómo nos expresamos. Más que la sociedad -como algo genérico- vaya a alcanzar estos objetivos, los vamos a lograr nosotras mismas con el empoderamiento que estamos teniendo en este momento.
Desde tus letras, el escenario, tus redes y ahora en esta campaña con Smirnoff, cada día millones de personas tienen los ojos puestos en ti. ¿Cuál es el mensaje que te gusta transmitir a todos esos chicos y chicas jóvenes que te escuchan?
Mira, con mi música, lo único que he intentado este tiempo es invitar a las personas a que se expresen libremente, sin tabúes, sin miedos… Ya sea hablando de amor, de desamor o de pasarlo bien. Yo también he tenido durante este año una evolución como persona. También tenía miedo a encajar y a verme bien, por lo que cambié muchas cosas de mí misma y lo único que conseguí fue llenarme de inseguridades, verme más pequeña y sentirme infeliz. Sin embargo, cuando empecé a ser yo misma y hacer lo que me hacía sentir bien, noté que empezaba a encajar más que cuando intentaba encajar. Yo quiero mostrar en mis letras esa libertad de expresión y esa fortaleza que siento en este momento.
Precisamente, con esta alianza que hice con Smirnoff, veo la oportunidad que ofrecen dos marcas de distintos ámbitos y mundos de hacer de altavoz para invitar a toda la sociedad a ser libres. Como estamos viviendo en un mundo de redes sociales en el que buscamos y ansiamos la perfección, tener esas grandes plataformas que te dicen que eso que te hace diferente y único es lo que te hará brillar, es la inspiración que necesita la sociedad, es estupendo. Y es esto precisamente lo que pretendemos con esta colaboración, utilizar todas nuestras plataformas para decir “hey, paren todo el mundo de buscar ser como el otro y vamos todos a celebrar aquello que nos hace únicos y especiales”.
Desde fuera te vemos como una mujer fuerte y combativa con las injusticias, los haters, etc., ¿siempre has sido así? ¿Cómo ha sido el camino hasta convertirte en una ‘bichota’?
Yo creo que ha sido como el camino y proceso de todo el mundo… Soy un ser humano normal: también me equivoco, cometo errores, tengo inseguridades y hay cosas de mí que no me gustan; pero también he tratado de hacer cosas, como te decía ahorita, para caer bien y que la gente me acepte… Pero, al final, lo que he aprendido es que lo único que hacía era dar vueltas. Ahora pretendo enseñar a la gente quién es Carolina más que Karol G. He mostrado cuando subí de peso, cuando algo me entristece, etc. Y en cierta manera, he encontrado esa fortaleza en mí misma al mostrarme tan natural e igual al resto. Eso me empoderó a mí misma y, además, me di cuenta de que la gente conectaba más conmigo al demostrar que soy una persona como ellos, en la que se ven reflejados y se inspiran para perseguir sueños o superar inseguridades. Cuando me acepté, me enamoré de mí misma y salí al mundo bajo la premisa de “esta soy yo en realidad, les guste o no les guste”. Fue entonces cuando la gente más amó mi proyecto y cuando más público atraje, por eso ha sido algo muy lindo, muy especial y que me ha dado mucha motivación para seguir adelante.
Con 47 millones de seguidores en Instagram, ¿cómo llevas tu mensaje de empoderamiento en las redes?
Mostrándome tal y como soy. Así me siento más tranquila y cómoda al no tener que llevar un personaje en una plataforma y ser totalmente diferente en mi vida real. Lo que la gente ve en redes sociales es la verdadera Carolina y eso ha hecho que se conecten conmigo como lo hacen.
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