Juan Pe\u00f1a, de la m\u00fasica a los fogones: \

  • El artista Juan Peña está pasando la cuarentena solo en su casa de Madrid: Además de en la cocina, se divierte cantando por el balcón, e incluso se ha ofrecido para ir a los hospitales y actuar con los enfermos.
  • Marcas de alimentación le hacen llegar sus productos para que los cocine en sus ‘stories’.

    El día que se declaró el estado de alarma, Juan y su familia volaban a España desde Republica Dominicana. Sonia y su hijo Tristán, se fueron a la casa de campo de Albacete, y Juan decidió pasar unos días en Madrid para cerrar algunas gestiones. Cuando el cantante quiso ir con ellos, fue imposible. Ya no podía salir de Madrid, y al no estar casados explica Juan, no puede viajar para estar con ellos.Pero el jerezano ha encontrado la manera de entretenerse: Se ha puesto al mando de los fogones de su casa de La Moraleja, y ha decido que esas recetas que su madre le cuenta por teléfono, hay que compartirlas con los vecinos. Y no solo con ellos porque, gracias a las redes sociales, también está llegando a sus seguidores que le piden las recetas.Incluso

    Consuela a Sonia a menudo porque dice que ella lo pasa peor, aunque se entretiene mucho en el campo, pero es una persona muy sensible. Y en cuanto a su hijo Tristán, a parte de echarle mucho de menos, dice que sabe más del virus que nadie, ¡Con tan solo cuatro años!

    P: Buenas tardes, Juan ¿Cómo estás?

    R: Estoy bien. Recluido en casa. Intentando sobrellevar de la mejor manera que se puede este encierro que es obligatorio y que es por el bien de todos. Lo único que nos piden es que estemos encerrados en casa y así hacemos.

    P: La tos se quedó en tos, ¿verdad Juan?

    R: Gracias a Dios la tos no fue nada grave, pero cuando me quise ir con ellos fue imposible, porque a una segunda vivienda no se puede ir y al no estar casados yo no podía demostrar nada. Estoy viviendo en pareja con mi hijo y el problema era como demostraba que iba con ellos fuera de Madrid. Así que estoy pasando el encierro solo.

    P: El encierro lo estás haciendo solo y sin tu mujer y tu hijo aun será más duro…

    R: Constantemente con vídeo llamadas. Hablo con Sonia, con mi hijo, mi suegra, con todo el mundo. Y aquí encerrado y dando vueltas, que casi me vuelvo loco. Un día me acordé de niños y mineros encerrados en cuevas, sin luz, sin agua, sin comida, sin internet, sin televisión, y pensé que si ellos pudieron vivir de esa forma cómo no íbamos a poder hacerlo nosotros que tenemos de todo. Esto es muy aburrido, pero yo decidí empezar a hacer cosas que no había hecho en mi vida y luego decidí empezar a cocinar, porque no podía estar todo el día comiendo latas de conserva.

    P: Esa es la faceta tuya que estamos descubriendo todos que no conocíamos, la cocina.

    R: Llamé a mi madre que, como buena andaluza, le encanta la comida de toda la vida y le pregunté cómo se cocinaban diferentes platos, desde hacer unos pimientos rellenos con tomate a unas patatas con choco, hacer un buen puchero, en Madrid cocido, hacer huevos rellenos, empanadas, lasaña, y me he puesto a cocinar.

    P: ¿Qué es lo primero que hiciste?

    R: Lo primero que hice más elaborado fue un arroz con gambas, que nunca lo había hecho solo, lo había hecho con mis músicos en fiestas y para mucha gente.

    P: ¿Te salió rico?

    R: Me salió increíble. El problema que estaba yo solo y arroz para uno es imposible. Fue cuando se me ocurrió compartir con los vecinos, que encantados aceptaron.

    Eran las dos de la tarde, llamé a un vecino y le conté que había hecho arroz. Aparté mi plato de la cazuela donde cocino y bajé el resto a su plaza de garaje donde ellos la recogieron. Así fueron mis comienzos compartiendo mis comidas con los vecinos.

    P: ¿Organizas la semana con un menú diario o son los vecinos los que te piden que repitas los huevos rellenos o lo que les apetece?

    R: Cuando salimos por la tarde a aplaudir a los balcones, los vecinos me preguntan por el menú del día siguiente. Son ellos los que me piden probar mis platos. Yo digo lo que tengo pensado hacer y pregunto quién se apunta para saber para cuántos tengo que cocinar. Me llaman ‘Juanito chef’.

    P: No es lo mismo cocinar para uno que cocinar para ocho personas, ¿cómo lo haces con los ingredientes?, ¿colaboran contigo?

    R: Yo soy muy exagerado para todo y a mí me da igual echar un puñado de arroz que echar un kilo. Además, tengo la suerte de que colaboro con muchas marcas que me mandan productos.

    P: ¿Cantas para los vecinos cuando sales al balcón?

    R: Claro que les canto mis canciones y el cumpleaños feliz a todos los que cumplen años. Todos encantados y para mí es un placer cantarles.

    P: Te aburres poco entonces, entre la cocina, los cantes en el balcón y los directos de Instagram…

    R: Me aburro poco, pero echo muchísimo de menos a Sonia y al niño. Procuro estar entretenido y no dejo que mi mente se apalanque. Hago también algo de deporte en casa como puedo, con kilos de azúcar en un brazo y kilos de arroz en el otro. Como si fuesen pesas. Siempre rodeado de comida.

    P: ¿Algún rostro conocido entre tus vecinos a quien le cocines?

    R: Hay modelos que ya no están en activo pero mis vecinos son gente de mediana edad, empresarios, pilotos de aviación, y poco más. En la urbanización en general si viven muchos famosos desde Sergio Ramos hasta Anne Igartiburu.

    P: Aunque tu pasión sea la música, nunca se sabe…

    R: Tengo claro cuál es mi trabajo, que es cantar, pero si tuviera que reinventarme no tendría problema. Montaría una taberna, con un tablao, y entre plato y plato, me pondría a cantarle a los comensales.

    P: ¿Le estas sabiendo sacar el lado positivo a todo este caos?

    R: Estoy intentándolo todo. Me he ofrecido para cantar en hospitales, pero como eso no es posible, ayudo cocinando. El virus nos está volviendo a todos más solidarios y esa es la parte buena que le veo. He descubierto que no hay nada en el mundo que me guste más que ayudar. Cocinando y cantando desde mi balcón me paso el día.

    P: Tuviste que suspender los conciertos en República Dominicana, que es donde estabas. Cuando llegaste a España se habían suspendido los que tenías previstos. Se para todo, y una de las cosas que se ha parado es la grabación de tu quinto disco que pensabas sacarlo en verano.

    R: Exacto. Este verano sacaba mi quinto disco con Emilio Mercader, un gran productor, que tiene su estudio en pleno centro de Madrid en gran vía. Emilio me llamó y me dijo que era imposible acabarlo en la distancia, porque lo que faltaba era ponerle las voces y eso no se puede hacer fuera del estudio de grabación.

    P: ¿Cómo lo está pasando la gente que trabaja contigo?

    R: Mis músicos lo están pasando mal, estamos todos jodidos. Nos han cancelado todos los conciertos. Ahora es cuando comenzaba nuestra temporada alta y nos han cancelado todo. La feria de Sevilla, la feria de jerez, el campeonato mundial de motociclismo, que se hacen muchos eventos, y muchas fiestas privadas.

    P: ¿No tienes miedo?

    R: No tengo miedo, lo tendría si estuviera encerrado en un hospital sin mascara de oxígeno. Estoy sano y en casa cocinando con una sonrisa.

    P: ¿Cómo es el Juan Peña de verdad?

    R: Quiero que la gente me conozca porque a mí me tiene mucha gente como un chaval pijo y estirado, y lo que no saben es que yo soy un chaval llano de jerez de la frontera y mi timidez hace que quizás tenga esa pantalla delante mía de artista. No soy un pijo estirado. Yo soy un currante, que nunca me han regalado nada y lo poquito que tengo ha sido a base de luchar, de sacrificarme, de trabajar y de llorar hasta conseguirlo.

    P: ¿Cómo lo está pasando Sonia?

    R: Sonia es una niña muy muy muy muy sentimental. Cuando se entera que alguien cercano está en el hospital le entra el pánico y le da ataque de ansiedad. Le digo que tiene que ayudar en lo que pueda, pero no puede sufrir tanto. Sonia está muy afectada pero igual que yo, aunque lo canalizo cocinando y cantando.

    P: ¿Qué hace ella para no pensar tanto?

    R: Está con el niño, se preocupa de sus clases online, están en el campo. Puede salir a andar, está pendiente del ganado, porque no hay gente trabajando, y hay que echarles de comer si no se mueren, hay que estar pendiente del riego para que el trigo siga creciendo, y en definitiva el campo te da más libertad y más posibilidades.

    P: ¿Tristán se da cuenta de todo?

    R: Tristán está más informado del virus que yo. Tiene solo 4 años y aunque le prohibimos ver la tele se da cuenta de todo y pregunta cada día que como están las cosas y le contamos todo.

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