Desde que Hollywood abrazó el movimiento #MeToo para acabar con la lacra del acoso en la industria del cine, son muchas las actrices que han contado su experiencia en el pasado para denunciar las situaciones terribles a las que han tenido que enfrentarse a lo largo de su carrera. La mayoría de ellas, relacionadas con el productor Harvey Weinstein, que tras décadas comportándose de maneramás que dudosa con sus actrices, ha caído por fin en desgracia.
Pero quien crea que ya lo sabemos todo sobre el que hasta hace nada era uno de los hombres más poderosos del mundillo cinematográfico se equivoca. Todavía hoy salen a la luz nuevas historias en las que él aparece como triste protagonista. ¿La última en contar su experiencia? **Jennifer Aniston, que acaba de revelar en una entrevista lo que vivió la única vez que trabajo para este productor rodando en 2005 la película Sin control, en la que también aparecía Clive Owen. **
“Tuve que interactuar con él varias veces. La vez que más recuerdo fue durante la cena posterior al estreno del filme. Yo estaba sentada en una mesa con Clive, con los productores y con un amigo mío y él de repente llegó y lo primero que hizo fue a acercarse a mi amigo y ordenarle que se levantara”, explica Aniston en Variety.
“Yo no podía creerlo. Pero mi amigo no tuvo más remedio que levantarse y ponerse en otro sitio en la mesa para que Harvey se sentara a mi lado. Fue una demostración del nivel de comportamiento asqueroso y prepotente que tenía relacionándose con todo el mundo”, asegura.
Pero no fue esa la única vez que Jennifer sufrió tuvo que soportar a Weinstein. En la entrevista también recuerda otra ocasión en la que el ejecutivo intentó que hiciera algo contra su voluntad para favorecer a su entonces esposa, la diseñadora Giorgina Champan, creadora de la firma Marchesa.
“De mí nunca intentó abusar”, afirma Aniston, que por aquel entonces era una de las actrices más poderosas de Hollywood y por lo tanto, alguien con quien Weinstein no se atrevería nunca a intentar sobrepasarse.
“Pero era muy listo. Recuerdo que aquel año su exmujer Giorgina había empezado a diseñar su marca Marchesa. Y él decidió venir a visitarme a Londres mientras estábamos rodando la película para decirme que le gustaría que llevara uno de sus vestidos a la premier”, declara Aniston.
“Yo miré el catálogo y en aquella época Marchesa no era lo que es hoy. Simplemente, su ropa no era para mí. Pero el insistió en que tenía que llevar un vestido diseñado por Giorgina. Ése fue el único bullying que me hizo. Aunque no sirvió de nada porque yo le dije que no. ¿Qué iba hacer? ¿Obligarme?”, concluye.
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