“Yo creo que es Lady Gaga en persona”, dijo una de las jueces de la edición francesa de Mask Singer (el talent show del momento en una docena de países, que muy pronto llegará a España) después de que la misteriosa participante bordara su versión de Million Reasons (sí, el temazo de Lady Gaga), oculta bajo un disfraz compuesto de espejos triangulares. Así de buena había sido su interpretación. Sin embargo, debajo de la máscara no estaba Stefani Germanotta, sino la actriz española Itziar Ituño (La casa de papel). Pero, ¿qué hacía nuestra querida inspectora Murillo/Lisboa enmascarada y cantando en un plató francés y cómo es posible que se llevara un aplauso de esas dimensiones?
Porque la verdad es que las series españolas no tienen mucho predicamento en suelo galo. Pero La casa de papel, producida por Atresmedia, fue todo un éxito en el país vecino (y en otros; Stephen King pidió unirse al reparto con el sobrenombre de Boston). Por eso Mask Singer invitó a Ituño a ser la artista internacional invitada (que canta, pero no concursa), y tras su canción, se retó a los jueces a descubrir su verdadera identidad.
No les resultó fácil: cuando detectaron que la celebrity enmascarada tenía acento español, barajaron los nombres de Úrsula Corberó, Najwa Nimri, Itziar y… Mónica Cruz, que también se hizo tremendamente popular entre los franceses con la veterana serie Un paso adelante. La pista definitiva se la dio a los miembros del jurado la canción Bella Ciao, habitual en La casa de papel… pero no la única que hemos oído cantar a Itziar, que además de intérprete es cantante profesional.
En efecto, la actriz ha pertenecido a varios grupos y lleva ya tres años como cantante de la banda Ingot, que hace desde versiones hasta temas punk y rock. Y además, siempre ha utilizado la música como una forma de activismo. Hace unos meses, Ituño grabó un videoclip contra la violencia de género (No es no, con Anne Etchegoyen). Y hace solo unas semanas grabó otro para pedir un referendum a propósito de la independencia del País Vasco.
De hecho, el compromiso de la actriz con el independentismo abertzale la ha puesto más de una vez en el centro de la polémica. En 2017, participó en varios actos (firmas, un vídeo) que pedían el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco, algo que le supuso muchas críticas en medios de comunicación y redes sociales e incluso una petición de boicot a la serie.
En un ejercicio de metaficción, en el primer capítulo de la segunda temporada de Paquita SalasVerónica Echegui interpretaba a un personaje, Edurne Bengoetxea, que se veía envuelta en una polémica muy similar a la de Ituño y acababa robándonos el corazón con un monólogo cuyo colofón era: «Me cago en España, pero también me cago en mi madre y la quiero muchísimo».
Ahora la actriz vasca (la de la vida real, no la del universo de los Javis) está grabando una serie para la ETB, Alardea, sobre un grupo de mujeres que quiere participar en el Alarde de su localidad, algo solo permitido a los hombres.
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