Ha ganado la batalla al coronavirus, pero no ha sido fácil. Después de pasar 21 días ingresada en el hospital con una neumonía bilateral severa a causa del virus, Inés Ballester ha relatado su calvario en una entrevista para ‘El País’. En estos días ha sido aún más consciente de lo importante que es la salud, «sin salud no hay proyectos, no hay alegría, no hay nada», confiesa. La presentadora de Telemadrid se ha abierto en canal confesando que han sido unos días muy duros llenos de altibajos, pero que la han cambiado mucho: «El cáncer no me cambió la vida. Salí con la misma mala hostia de siempre. Ahora no: ahora estoy muy flojita». Y es que Inés ya atravesó una dura enfermedad, el cáncer de mama, sin embargo asegura que esto ha sido mucho peor.
«Para mí el virus ha sido peor que el cáncer. Con el cáncer sabes que te puedes morir, pero no sentí dolor ni soledad y sí el calor de los míos y de muchas personas que lo han pasado», ha declarado, «lo peor de este virus es la soledad. Esto me ha tocado mucho».
«Los sanitarios se han dejado la vida, pero el enfermo se siente solo. Son momentos de dolor físico, de soledad, de depresión, de miedo«, confiesa Ballester. «Recuerdo que pensé cómo sería mi funeral, quién iría, qué dirían, te lo juro. Pero también fantaseé con irnos las amigas a tomar un gin tonic a la casa de Ibiza de Cristina Almeida, que nos la ha ofrecido tantas veces. Es un proceso muy jodido de subidas y bajadas. No entendía lo que me pasaba, estaba muy cabreada y a mí me parecían todos muy malos. Y sin nadie que te cogiera la mano«.
Ahora, ya en casa, «hago yoga online, psicóloga online, tomo un vino con las amigas después de los aplausos online, todo online, con lo callejera y lo tocona que yo soy. Estoy rara».
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