Ya es oficial. La princesa Beatriz de York se casará con su prometido el italiano Edoardo Mapelli Mozzi el próximo 29 de mayo. Entre los detalles confirmados por la corona este viernes, destaca el gesto de la reina Isabel II de ofrecerle a su nieta favorita el palacio de Buckingham para la recepción de los invitados, en un momento en el que los escándalos reales han eclipsado la esperada boda. Es un hecho insólito, puesto que los últimos en casarse allí fueron los duques de Cambridge, que además celebraron la ceremonia religiosa en la abadía de Westminster.
La hija del príncipe Andrés dará el ‘sí, quiero’ en la Capilla Real del palacio de St. James, una construcción de ladrillo rojo estilo Tudor localizado en la Ciudad de Westminster y hogar actual de varios miembros de la realeza británica. Erigido por Enrique VIII alrededor del año 1530, fue la residencia principal de la dinastía de los Tudor y los Stuart hasta que el palacio de Buckingham lo sustituyó en relevancia.
La Capilla Real es, precisamente, el lugar en el que bautizaron a la princesa Beatriz en 1988, con apenas un par de meses de vida. Tiene una larga tradición eclesiástica y musical, pues a ella pertenecían los clérigos que formaban parte del coro real. Se encuentra a escasos metros del palacio de Buckingham. Un ubicación perfecta para después trasladarse a la siguiente localización, los invitados y los novios no tendrán que hacer grandes esfuerzos. A la ceremonia religiosa le seguirá una recepción en los jardines de Buckingham con Isabel II como anfitriona.
Celebrar la boda en Buckingham y combinarlo también con la ceremonia religiosa en Westminster sería poco común para alguien que ocupa el noveno puesto en la línea de sucesión. Ni siquiera Meghan y Harry pudieron casarse allí, tuvieron que hacerlo en la capilla de San Jorge, situada en el castillo de Windsor, de la misma forma que lo hicieron la princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank unos meses después.
Algunos podrían pensar que las hermanas han sido tratadas de forma diferencial al dar ofrecer el palacio de Buckingham solo a Beatriz, pero lo cierto es que ambas bodas no van a tener nada que ver. Mientras que una fue televisada, la otra no será retransmitida en directo debido al escándalo de su padre, el príncipe Andrés.
La pareja se había comprometido en septiembre de 2019 y se esperaba que el enlace tuviera lugar en primavera. Después de muchas dudas y elucubraciones sobre el lugar de la boda –al principio se barajó que fuera en Italia, idea descartada por la imposibilidad de Isabel II de asistir- y sobre la fecha -hace unas semanas saltaron los rumores de que iba a ser celebrada a finales de año-, finalmente se han ido desvelando todas las incógnitas. No podemos estar más impacientes por el enlace.
Fuente: Leer Artículo Completo