Solo tiene 30 años, pero a los 9 Emma Watson se convirtió en Hermione, una de las protagonistas de la saga de Harry Potter, la adaptación a la pantalla del universo imaginado por J.K. Rowling. Y desde entonces ha tenido tiempo para dedicarse a la interpretación, pero también para matricularse en Literatura en la Universidad de Brown y para convertirse en una abanderada del feminismo con discurso en pro de la igualdad de género en la ONU.
Ahora, la actriz, que el pasado enero se alió con la tienda de segunda mano Thredup para combatir el impacto ecológico de las prendas de vestir de sus seguidores en redes sociales, ha dado un paso más en su carrera hacia la lucha en favor de la sostenibilidad, una preocupación que cada vez apela a más jóvenes consumidores.
El conglomerado de firmas de lujo Kering (que aglutina a Gucci, Balenciaga y Saint Laurent) y que ha sufrido un duro revés debido al coronavirus, ha anunciado también a través de su cuenta de Instagram que Watson formará parte de su comisión de sostenibilidad, en la que también estará Tidjane Thiam (ex jefe ejecutivo del banco Credit Suisse) que será quien la audite, y el presidente de la compañía china de transporte corporativo Didi Chuxing, Jean Liu.
"La inteligencia colectiva que resulta de la diversidad de perspectivas y la riqueza de diferentes experiencias es crucial para el futuro de nuestra organización. Me siento orgulloso", aseguró el presidente y CEO de Kering, François-Henri Pinault.
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En 2009, Watson trabajó con la firma japonesa de comercio justo People Tree para crear una colección sostenible, y colaboró con la diseñadora de vestuario Jacqueline Duran y la marca Eco-Age para crear trajes sostenibles para la película que protagonizó, La bella y la bestia. Además, a la hora de vestirse para una alfombra roja o una première, la actriz siempre recurre a firmas que tienen muy en cuenta el deterioro del medioambiente a la hora de producir sus diseños, como Gabriella Hurst, Stella McCartney o Calvin Klein.
Esta estrategia, a la que también se ha unido el conglomerado de lujo LVMH, designando a McCartney como asesora de asuntos de medioambiente en Louis Vuitton, y que en Kering ha liderado Gucci con su iniciativa Gucci Circular Lines, aporta un soplo de aire fresco en un momento en el que la moda de lujo se ha enfrentado a cuantiosas pérdidas debido a la restricción en el transporte internacional (más de una tercera parte de los consumidores son chinos y la mayoría compran online).
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