De vez en cuando, los reyes van al cine. Les encanta disfrutar de la gran pantalla, las butacas mullidas, el sonido envolvente y la sala llena de gente, aunque traten de pasar desapercibidos. Dejan a sus hijas en casa y se escapan de palacio unas horas. Pero las niñas ya empiezan a ser mayores, han heredado el gusto de sus padres por el séptimo arte y ellas también quieren ahora unirse al plan familiar. Por el momento, lo han hecho por separado. Es más fácil pasar inadvertidos dos que cuatro. El viernes, don Felipe y la princesa Leonor hicieron su propio plan de padre e hija mayor. Según ha podido saber Vanity Fair fueron a los cines Ideal, al lado de la madrileña plaza de Jacinto Benavente, a la sesión de las ocho de la tarde para asistir al estreno de Ad Astra, la película de ciencia ficción dirigida por James Gray que cuenta la historia de un astronauta (Brad Pitt) que decide buscar a su padre perdido en una misión sin retorno a Neptuno dos décadas atrás.
Como dos espectadores cualquiera, disfrutaron de la película y de un cubo de palomitas que, finalizada la proyección depositaron en la correspondiente papelera.
Es la primera vez que se descubre un plan del rey y la heredera al trono. Hasta ahora habíamos encontrado a la reina con sus hijas en distintas actividades culturales, danza o teatro, fundamentalmente, o en algo mucho más anodino pero necesario como es ir de compras por el centro de la capital.
El mes pasado, cuando el rey Juan Carlos se recuperaba de su operación de corazón en el hospital Quirón de Pozuelo, don Felipe acudió a visitar a su padre junto a la infanta Sofía. Ahora, se va con Leonor al cine. ¿Significa esto un cambio en las actividades cotidianas de la familia real?Habrá que estar atento a quién busca su butaca cuando las luces ya se han apagado en la sala.
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