Ha sido muy discreto desde que, hace tres años, comenzara la relación con Rocío Flores (estos son los kilos que ha perdido en la isla). Una línea quizás marcada por ese segundo plano en el que se mantuvo lo joven hasta que, el pasado mes de septiembre, se sentó en el plató de ‘GH VIP 7’ para defender a su padre. Pero Manuel Bedmar no aguanta más.
El novio de Rocío lleva muy mal estar separado de ella, algo que se está prolongando por la permanencia de esta en ‘Supervivientes 2020’, donde ya ve la meta al final de esa recta final en medio de la que nos encontramos. Manuel ha lanzado un mensaje en su cuenta de Instagram, mezcla de declaración de amor y de añoranza por no poder estar a su lado.
Bedmar ha compartido una imagen de la hija de Rocío Carrasco en la isla y manifiesta al lado estar pasando por «una sensación que nunca había tenido». Y continúa expicándose: «La persona a la que amas, a más de 8.000 kilómetros de ti. Esa persona que era y es tu día a día, tu felicidad, tu risa diaria y tu vida entera, la ves a través de la televisión sin poder tocarla, sin poder acariciarla, sin poder besarla».
Bedmar revela que se encuentra en una encrucijada de sentimientos encontrados: «Unas ganas terribles de volver a verte, y por otro lado, unas ganas increíbles de que sigas disfrutando como lo estás haciendo, y de que sigas así, como tú eres, siendo tú misma«. Manuel añade uno de los tópicos de los familiares de cualquier concursante de ‘reality’ que se precie: «Pase lo que pase, eres nuestra ganadora y nuestra campeona. Has llegado más lejos de lo que yo me pensaba, y sé que todavía vas a dar más. Y espero y deseo verlo en la final».
De él y de la relación poco se sabe, salvo las pequeñas pinceladas que ha mostrado al mundo Rocío. Instalados en la discreción, Bedmar ha sido el apoyo fundamental en estos años en los que ella ha asistido a los litigios judiciales de sus padres y que la instalaron en una tremenda tristeza por la tensión que lleva aparejada la situación.
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