Estas navidades han sido muy diferentes para la familia real Noruega después de que Ari Behn, exmarido de Marta Luisa, decidiera terminar con su vida el día 25 de diciembre. El pasado 3 de enero se ha celebrado el funeral en la catedral de Oslo donde su hija Maud Angélica Behn, primogénita de la pareja, ha sido protagonsita por su emotivo discurso.
Frente al féretro de su padre y arropada por su madre, la joven de 16 años ha realizado un discurso que ha sido muy aplaudido por la madurez de sus palabras.
«Te iba a regalar este dibujo como regalo de Navidad. Mientras lo dibujaba, pensé en cuánto te quiero y en lo emocionada que estaba por ver tu reacción. No te he visto en dos semanas y te he extrañado mucho. Recuerdo la última vez que te vi. Lo último que te dije probablemente fue te quiero. Ojalá pudiera haberte haberte dado mi dibujo, deseaba dártelo más que a cualquier otra persona para la que tuviera regalos de Navidad. Porque siempre estabas muy entusiasmado con mi arte. Más que nadie que yo sepa», ha comenzado diciendo.
Nunca es una debilidad pedir ayuda sino una fortaleza»
Maud Angélica también ha hablado del estado en el que se encontraba su padre a la hora de tomar la decisión de acabar con su vida: «Nunca podríamos imaginar que nuestro propio padre nos dejaría. No es culpa de nadie. No podemos culparnos a nosotros mismos. El suicidio es como una enfermedad mortal. Papá debía estar tan cansado que no vio otra salida. Sabemos que estabas muy triste, pero dijiste que estabas mejor. Mantuviste las cosas en secreto y trataste de ocultar lo mal que estabas realmente para no preocuparnos».
«Cuando tenía miedo de que hubiera monstruos debajo de la cama, dijiste que me protegerías, y pensé que eras lo suficientemente fuerte como para asustarlos, que estaba a salvo mientras estabas allí. Siempre me hiciste sentir tan segura… Eras mi héroe, papá. Te admiro y te quiero mucho», ha recordado cariñosamente.
Y por último, la joven ha querido mostrar su apoyo a todos aquellos que padecen algún tipo de enfermedad mental: «Solo quiero decirle a todos los que han pasado por una enfermedad mental, que siempre hay una salida. Aunque no se vea. Hay personas por ahí que pueden ayudar. Todos merecen amor y alegría. Nunca es una debilidad pedir ayuda sino una fortaleza. Hay tanta gente por ahí que está infinitamente feliz porque estás en su vida y la necesitas. Nunca pienses que es mejor irte».
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