Puede que hace 30 años, cuando sucedieron los hechos, no se lo tomara con este sentido del humor, pero Mike Tyson acaba de recordar en la televisión estadounidense una anécdota en la que aparecen como grandes protagonistas Brad Pitt y su exmujer, Robin Givens, y que tuvo lugar cuando el boxeador se encontraba inmerso en pleno divorcio de la actriz.
«Tenía que ir a la oficina de mi abogado, pero quise pasar por la casa de Robin por un ‘rapidito’. Qué puedo decir. Yo era joven y la extrañaba», recordaba ese deseo íntimo que quería satisfacer cuando se encontró con la sorpresa de que su ya expareja estaba en casa con otro hombre: Brad. «Debía estar borracho o algo, me imploraba que no le pegara y me decía que solo estaban repasando un guion», añade sobre la escena surrealista que vivió.
Un momento que no ha provocado que crezca en él el odio hacia Pitt, que por aquel entonces ni siquiera se había casado con Jennifer Aniston, ni mucho menos conocido a Angelina Jolie. «Yo estaba en un coma emocional. Habían tomado mi corazón y lo aplastaron, todo eso me dejó completamente abrumado. No tenía energías para pelear ni nada», recuerda Tyson.
Ahora, con la distancia que ha puesto el tiempo de por medio, el exboxeador incluso bromea con el asunto: «No estoy enfadado con Brad de ninguna manera. Claramente no le guardo rencor porque, si así fuese, ya no estaría vivo«.
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