Después de la presencia de Greta Thunberg y de la salida de tono de Javier Bardem contra el alcalde de Madrid (que le costó una disculpa pública), Alejandro Sanz se convertía este fin de semana en el tercer nombre asociado a la Cumbre del Clima celebrada en nuestra capital. Esa que pretende sacar conclusiones para que el medioambiente sufra menos y nosotros podamos disfrutarlo más.
Mover a la cantidad de gente que mueve el cantante para cada uno de sus conciertos y con la espectacularidad que le da a sus ‘shows’, no parece jugar a favor de obra del freno que se quiere poner al cambio climático. Por eso, delante de los presentes, Alejandro se comprometió a minimizar la huella de carbono (un indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto) que dejan él y su equipo allá por donde vayan.
«Todos somos culpables y todos somos parte de la solución«, reflexionaba Sanz, consciente de la cantidadad de residuos contaminantes que deja a su paso en cada uno de sus conciertos. Por eso, el objetivo para 2020 es hacer conciertos sostenibles. Al menos, ser capaz de hacer un uso consciente de los elementos para mimar al planeta.
«Pido a los gobernantes y legisladores que sean valientes, porque nos queda muy poco tiempo. Si sabemos lo que hay que hacer, háganlo», hacía esta petición pública, añadiendo que esta no es una cuestión cuyas soluciones varien según el color político que esté a los mandos, sino que debe ser un compromiso unánime de la clase política.
Para el que se lo esté preguntando, el concepto de evento sostenible (cajón en el que, por supuesto, caben los conciertos como los que hace Alejandro Sanz) es, por definición «aquel evento diseñado, organizado y desarrollado de manera que se minimicen los potenciales impactos negativos ambientales, y que se deje un legado beneficioso para la comunidad anfitriona y todos los involucrados». Una definición que ofrece Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Para que sea sostenible, y según el Informe Brundtlandde 1987, debe garantizar las necesidades de las generaciones actuales, sin comprometer las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
O lo que es lo mismo: el reto que se ha puesto por delante uno de nuestros cantantes más internacionales tiene enjundia. Pero, por eso, es un reto. Aunque algunos lo hayan visto tan pretencioso, o quizás tan solo de bienqueda, que las redes sociales no tardaron echársele encima. Sí, a pesar de sus buenas palabras, fue criticado.
Algunos lo calificaron de «broma de mal gusto». Nosotras preferimos otorgarle el beneficio de la duda y dejarle trabajar. Otro mundo es posible. Y la gente que tiene peso público, debe dar un paso al frente: no todos los granos de arena ocupan el mismo lugar ni tienen el mismo tamaño.
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