Más allá de la aventura y de los paisajes que se ofrecen en los reportajes de ‘Planeta Calleja’, hay que poner en valor que el aventurero leonés sea capaz de rascar el lado humano de sus protagonistas. Anoche, lo era Sandra Barneda. Una mujer a la que le gusta que se hable de ella por sus múltiples facetas laborales, pero que se rompió al hablar de la importancia que ha tenido en su vida su expareja, Nagore Robles. Y que, estaba tan a gusto, que relató el peor capítulo de su vida.
Para sus padres, fueron dos capítulos muy duros. El primero de ellos sucedió antes de que Sandra llegara al mundo, en Barcelona en 1975. La presentadora los definía ante la audiencia de Cuatro como dos artistas que se dedicaban a pintar. Era acto seguido cuando relata los dramas de su vida.
«No han tenido una vida fácil ninguno de los dos… Perdieron a la primera hija por negligencia médica. Dijeron que estaba muerta y no lo estaba. Se le murió a mi padre en las manos«, decía con voz encogida Barneda. A continuación, hablaba de la leucemia que le fue diagnosticada a su hermano cuando ella tan solo tenía un año y contra la que tuvo que luchar diez.
«No te lo cuentan por protegerte, pero en realidad tú notas que por ahí pasa algo. Te crías un poco sola. Me dijeron una vez que uno gesta el disfrute en los primeros años de vida. Si siempre ocurre algo y hay una tristeza que tú no eres capaz de captar pero convives en la tristeza, te cuesta disfrutar de la vida», revelaba sus sentimientos derivados de esa situación.
«No eres consciente, pero es de soledad, de no poder compartir muchas veces. No tengo nada que reprocharles, pero sí que pasaba que cualquier cosa que tú querías hacer de repente no se podía hacer y tú no sabías por qué», remataba ese pasaje que ha marcado su carácter y que le ha dejado un poso de tristeza del que no puede desprenderse.
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